Capítulo 2.

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Los pasos de alguien que caminaba tranquilamente por el pasillo hacían eco por toda la casa, acompañados de una melodía que cuyo dueño dejaba salir de su boca en forma de tarareo, la verdad es que por la situación se me hacía bastante siniestro.

Mi madre buscaba con la mirada un escondite, la verdad es que ella estaba aterrada porque notaba que su respiración era algo entrecortada. Entonces con cuidado y a paso lento se dirigió a mi armario, lo abrió sin hacer ruido y me agarró de la mano para meternos dentro, cerró las puertas y me abrazó con todas sus fuerzas.

M.A: Escúchame, pase lo que pase, quiero que abraces a Charlie muy fuerte y que corras a la casa de los vecinos... ¿Vale?- Dijo entre susurros, recibiendo por mi parte un movimiento de cabeza asintiendo.-

Pudimos escuchar que la puerta de la habitación fue abierta, ambas nos pusimos nerviosas y ella me tapó la boca para que no pudiera emitir ni un solo sonido, abracé a mi madre y a mi osito todo lo que pude, notando con la cara que su camiseta estaba mojada y tenía un olor un poco raro, pero no era un buen momento para hacer preguntas porque no estábamos solas.

La persona que entró a mi habitación, se puso a revolver todo buscándonos y cuando escuchamos que sus pasos se acercaban a nuestro escondite, los pelos se me pusieron de punta y el corazón me iba a mil por hora. Mi madre me apartó como pudo a un lado, con cuidado de que no hiciera ruido y cuando esa persona estaba a punto de abrir el armario, ella abrió las puertas de golpe y se abalanzó sobre fuera quien fuese que se coló en nuestra casa, tirándole al suelo y ella cayendo sobre él.

M.A: ¡CORRE!- Gritó para que reaccionase mientras forcegeaba como podía contra el asaltante.- ¡DIANE CORRE! ¡VAMOS!-

Salí corriendo hacia el pasillo para ir a la casa de mis vecinos tal y como me dijo mi madre, pero los gritos de ésta cambiaron a unos alaridos de dolor, haciendo que me diese la vuelta para ver que le pasaba, la escena era horrible... Ese hombre logró deshacerse de ella y le mordió el cuello, la sangre manchaba las pareces y el suelo y los gritos de mi madre hacían eco en mi cabeza, entonces unos pasos torpes que se escuchaban desde el principio del pasillo y que se acercaban hacia mi, llamaron mi atención.

Diane: A... ¿Abu-buela?- Apenas logré decir, sabía que era ella, pero mis ojos me mostraban otra cosa.-

Ella estaba cubierta de sangre, sus ojos eran de un blanco lechoso o amarillento pero tenían cierto brillo en la penumbra de la noche, su caminar era lento y torpe, su boca estaba abierta y el sonido gutural que salía desde lo más profundo de su garganta como si fuera un gruñido muy grave me hizo temblar... A parte del sonido horripilante que hacían sus huesos al caminar y su cuello torcido. Podría decirse que la silueta era de mi abuela, pero el resto no, no lo era, su cálida sonrisa y su melodiosa voz ya no estaban y las lágrimas salieron resbalando por mis mejillas, acompañadas del charco que estaba haciendo en el suelo porque del miedo me orine encima.

M.A: Di... Diane...- Me llamó mi madre con un hilo de voz, mientras lo que yo pensaba que era un hombre normal, le clavaba otra vez los dientes en el cuello.- Co-corre...-

Algo hizo click en mi cabeza y corrí hacia la habitación de mi madre con la velocidad que mis infantiles piernas permitían. Cuando entré cerré la puerta, eché el pestillo y arrastré como pude el mueble que había al lado de ésta para tratar de bloquearla.

( "V" es del malo malísimo del vampiro).

Los golpes de lo que antes era mi abuela hacían que la puerta templara junto con el endeble mueble que apenas logré arrastrar, haciendo que ésta se resquebrajara un poco, di un par de pasos atrás aterrada.

Love in the bloody madness (Alucard y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora