Love in the bloody madness (Alucard y tu).

Capitulo 3.

Tal y como dijo la ojirojo, llegamos a mi nuevo "hogar" al amanecer y la verdad es que no me esperaba un recibimiento por parte de nadie, ella me dejó con los sirvientes para que me llevasen a lo que sería mi habitación, me bañasen y me vistieran con ropa y zapatos limpios, parecía que mi llegada llevaba preparada desde hace tiempo. Cuando terminaron conmigo, dejé a Charlie en la estancia y me guiaron hasta uno de los jardines de la gran mansión, allí me encontré con la señorita, que acompañaba a una señora que aparentaba ser unos pocos años mayor que ella, de piel morena, con un ojo azul porque el otro estaba cubierto por un parche negro, de larga melena rubio platino con algunas canas muy blancas que hacían que ésta resaltara más y vestía con un traje verde oscuro (no pondré imagen porque estoy presentando a una Integra que aún no está hecha una abuelita como en la última OVA) , parecía que me estaban esperando con el desayuno preparado.

La señora me invitó a sentarme para desayunar con ella y ambas se presentaron de una manera más formal, la chica que me rescató y me trajo a éste lugar se llamaba Seras Victoria y la señora era nada más y nada menos que Lady Integra Fairbrook Wingates Hellsing, la cabeza de família y líder de la Organización Hellsing, poco después Seras se retiró para descansar e Integra me esplico cómo sería mi vida a partir de ahora, ella era muy seria pero pude notar que trataba de ser agradable y que intentaba explicarme las cosas conforme a mi edad, aunque yo solo me limitaba a asentir o negar con la cabeza.

Lady Integra me mostró todos los rincones de la Mansión Hellsing, ésta era la sede de la Organización, se notaba que intentaba distraerme de la mejor manera posible tras la situación tan traumática que viví la noche anterior, después de mostrarme todo lo que podía enseñarme del edificio, me dejó a cargo de uno de los sirvientes para que me llevara de vuelta a mi habitación porque ella tenía que atender unos asuntos que no podía aplazar, el resto del día transcurrió de forma normal, pero sólo salí de la estancia para almorzar y cenar con Integra y después de eso ya me encontraba con el pijama puesto y metida en la cama junto con mi peluche, pero no podía dormir, las imágenes de todo lo ocurrido y mi miedo a la oscuridad no ayudaban en nada.

Entonces un ligero ruido que pude escuchar, hizo que me cubriera con las sábanas de mi cama como si se tratase de un escudo protector y que abrazara a Charlie con toda la fuerza que tenía, estaba temblando y el corazón me iba a mil por hora.

Seras: ¿No puedes dormir?- Su voz me tranquilizó al instante, haciendo que me destapara y le mirase negando con la cabeza.- Tranquila, aquí nadie te hará daño, estás a salvo... Y tu pequeño amigo también.- Dijo mientras me dedicaba una tierna sonrisa.- ¿Quieres que me quede un rato contigo?- Asentí dando una respuesta afirmativa.- ¿Y cómo se llama éste pequeñín?- Preguntó tratando de ser amistosa conmigo.-

Diane: Se... Se llama Charlie...- Respondí con timidez.- 

Seras: Es un nombre muy bonito.-

Diane: Gracias, cuando mi abuela me lo regaló, dijo que cuando le pones nombre a una cosa que quieres mucho, ésta se convierte en un amigo... Aunque no pueda responderte cuando le hablas...-

Seras: Seguro que ella también tenía un buen amigo, igual de bueno que Charlie.- Eso hizo que recordara el camafeo que mi abuela siempre atesoraba.-

Seras se recostó en la cama a mi lado, me decía cosas tranquilizadoras y lo mucho que lo sentía por no haber llegado a tiempo para salvar a mi madre y a mi abuela mientras me acariciaba el pelo, pero lo que más me sorprendió fue cuando dijo que mis ojos eran idénticos a los de mi abuelo, eso hizo que éstos se abrieran como platos.

Diane: Tu... ¿Conoces a mi abuelo?- Pregunté con timidez.-

Seras: Sip.-

Diane: ¿Y dónde está? ¿Cómo es? Quiero verle...- Insistí.- ¿Puedes llamarle para que pueda venir a por mi?-