Capítulo 9.

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Diana: ¡RESPÓNDE!- Su silencio decía más que cualquier argumento que se le podría ocurrir, pero aún así quería una respuesta, quería que el mismo me lo dijera.- ¡TE HE DICHO QUE ME RESPONDAS! ¡MALDITA SEA!- Las lágrimas que antes amenazaban por salir, ya estaban resbalándose por mis mejillas sin control alguno.-

Noah: Diane...-

Diane: ¡QUE NO ME TOQUES!- Grité una vez más.- Por favor... Respóndeme...-

Noah: Yo... Lo hice... Lo hice por ti...- Dijo algo entrecortado.- Diane, me enamoré en el mismísimo instante en el que te conocí, te quiero...-

Diane: ...- Mis ojos se abrieron como platos ante su confesión.-

Noah: Lamento que haya llegado a éstos extremos, pero era la única manera para poder estar contigo...- Explicaba.- A si que hice un trato, la Organización Hellsing, por ti.-

Diane: ¿Cómo has podido?...- Era difícil digerir todo lo que me estaba contando.- ¿Con quién hiciste el trato?- Preguntaba con un hilo de voz, me costaba hablar...-

Noah: Diane, he hecho esto por ti, así podremos estar juntos sin que nadie se interponga, podré protegerte y acabaré con todo el que se cruce en nuestro camino...-

Diane: No... Yo no quiero nada de esto...- Dije entre lágrimas...- No... Lo has hecho por puro egoísmo, hubiera bastado solo con haber hablado conmigo...-

Noah: Diane, debes de entender que nadie dejaría que estemos juntos, no hace falta ser muy listo para eso, por favor, vámonos de aquí... Juntos.- 

Poco a poco se acercó a mi para tomarme de la cintura, entonces decidí quitarle la pistola que llevaba en su pierna, pero en medio del forcejeo, di dos disparos al aire sin poder acertar en el. Logró quitarme el arma y la lanzó lejos de ambos, le tiré al suelo usando su propio peso e intenté correr hacia el cuarto de baño, la idea era atrancar la puerta como pudiera y deslizarme por el conducto de la ropa sucia, pero por cosas del destino eso no fue posible.

Noah lanzó su cuchillo de combate con todas sus fuerzas, haciendo que éste rasgara parte de mi vestido y que la afilada hoja cortara el lateral de una de mis rodillas, para después acabar clavada en la pared, caí al suelo debido a que el dolor punzante hizo que perdiera el equilibrio. Llevé la vista a la heria y pude ver que a pesar de no haber hecho un daño muy importante, sangraba bastante, aunque no moriría por eso.

En medio de la confusión, el me levantó del suelo y mientras yo pataleaba para que me soltara, me lanzó hacia mi cama, haciendo que aterrizara bruscamente e inmediatamente el me volteó para que estuviera boca arriba y se puso encima de mi, agarrando mis muñecas por encima de mi cabeza con una sola mano y con la otra arrancó el camafeo que siempre colgaba de mi cuello.

Noah: Esto es una pequeña molestia...- Dijo mientras miraba como la joya de plata quemaba su mano, soltando un poco de humo y lo tiró al suelo como si fuera basura.- Eres muy peleona... Eso siempre me gustó de ti...- Dijo mientras me miraba con soberbia.- 

Intenté forcejear para deshacerme de su agarre, pero fue en vano... Entonces puso sus dedos sobre la herida que me hizo con anterioridad, el tacto brusco de éstos dolía bastante, haciendo que un quejido saliera de mis labios.

Noah: El me dijo que la sangre de una virgen es el mejor manjar que podría saborear, es algo muy difícil de conseguir hoy en día...- Dijo para después saborear el líquido rojo de sus dedos.- Joder... Más bien, es como una droga...-

Diane: Espero que te atragantes...- Dije con rabia.-

Noah: Joder... Si esto es así... Con solo imaginar el sabor de la sangre de tu precioso coñito virgen cuando te la meta hasta el fondo, hace que se me ponga durísima...- Espetó mientras frotaba su entrepierna con la mano libre mientras babeaba, cosa que me pareció repulsivo...-

Love in the bloody madness (Alucard y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora