Capítulo 15.

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Diane: Uhg...- 

Eso fue lo único que logré articular mientras recobraba la consciencia, cuando abrí los ojos me di cuenta de que ya no me encontraba en el Palacio de Kensington, aunque era una cosa más que evidente porque un puto vampiro me pilló desprevenida y usó su control mental sobre mi.

*Maldito cabrón*.

Pensé mientras miraba a mi alrededor, me encontraba en lo que parecía ser una iglesia abandonada o algo así, el lugar estaba en ruinas, lo típico... Se caía a trozos, estaba lleno de polvo, etc. Hacía frío y me percaté de que la chaqueta del traje de ese no muerto fue puesta sobre mi para que no me congelara, me la quité de encima con asco y me levanté de la cama sucia en la cual fui dejada para descansar. Por lo que sabía, posiblemente me encontraba en un convento abandonado o ésta sería la habitación del párroco, pero en fin, tenía que salir de allí lo antes posible y encontrar a quien sea para volver a la Mansión Hellsing.

Caminaba con cuidado por los polvorientos pasillos del edificio, mis tacones hacían eco en éstos, la verdad es que no sabía si el hecho de no encontrarme con nadie sería una buena o mala noticia, pero sería peor que estar rodeada de ghouls con un vestidito de princesa y no tener ni siquiera una pistola, lo cual era mi situación, pero sin los zombies.

Diane: Para ser un lugar en ruinas, no hay ni un puto agujero en las paredes por el cual salir.- Susurré bastante enfadada.-

Necesitaba encontrar la capilla porque de normal en éstas se encuentra la salida, aunque no lograba ver donde estaba Hakan y no podía sentir su presencia, sabía de sobra que no me dejaría salir de allí por las buenas, porque era más que evidente que yo no era su objetivo. Mehmed II... El era el Sultán otomano que quiso asesinar a Alucard y otorgar su trono a su hermano Radu, todo porque el Nosferatu se negó a rendirle pleitesía, tal y como hacía su padre. Imaginaba que la razón por la que Hakan me capturó, fue para atraer a Alucard hasta donde nos encontrábamos y matarle, porque nuestro querido amigo venció a su padre y masacró a los suyos durante las guerras de 1462 y principios de 1476 o eso me parecía recordar.

La verdad es que mantenerme cautiva no era la mejor idea, porque eso no aseguraba que el Nosferatu acudiera en mi rescate, hasta yo misma lo dudaba, porque yo no soy más que una simple humana y nada más, hay millones como yo en éste planeta. Acabé llegando a la capilla y como era de esperar, la salida se encontraba allí, a si que decidí escapar.

Hakan: ¿A dónde vas con tanta prisa?- Preguntó mientras estaba recostado en una de las viejas vigas de madera del techo, observándome.-

Diane: ...- Mierda, mis ganas de escapar eran tan fuertes, que no le di la importancia que debía a ese vampiro.-

Hakan: En fin...- Susurró mientras se dejaba caer al suelo desde las alturas, evidentemente acabó de pie.- Lamento haberte traído hasta aquí a la fuerza, en realidad no soy el tipo de hombre que va por ahí secuestrando a jovencitas.-

Diane: Si, claro... Eso podrías decírselo a otro, porque conmigo no cuela.- Le respondí con sorna.-

Hakan: En realidad me habría gustado conocerte en otras circunstancias, pero has hecho despertar una cierta curiosidad en mi...- Se explicaba mientras caminaba lentamente hacia mi.-

Diane: No des ni un paso más.-

Hakan: Para serte más claro...- Dijo mientras hacía caso omiso a mis palabras.-

Levantó su mano y acto seguido mi cuerpo fue atraído hasta el, no tocaba el suelo pero tampoco podía moverme, sus ojos carmesí brillaban con muchísima intensidad y una sonrisa decoraba su rostro poco a poco, al final acabé siendo rodeada por sus brazos con suavidad.

Love in the bloody madness (Alucard y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora