Capítulo 25.

73 6 0
                                    

Thinny: ¿Por dónde deberíamos buscar ésta vez?- 

Diane: No lo se... Llevamos dos meses buscando y nada...- Dije desanimada, pensando en si era mejor volver a casa y tragarme todo mi orgullo con respecto a la discusión con mi marido... O seguir buscando en otro país.-

Recorrimos incluso Escocia e Irlanda de arriba a abajo y nada, montones y montones de nada... Tenía dos teorías, esa sociedad vampírica estaba bien oculta ante los ojos de la Organización Hellsing, de la Iglesia y el mundo entero o se trataba de una broma de muy mal gusto que me costaría mi matrimonio y las ganas de vivir.

Seguía rondando los cielos sin resultado alguno, a si que decidimos aterrizar y descansar en el claro de un bosque, hice desaparecer mis alas, me senté sobre una roca, apoyé los codos en mis piernas y posé el mentón en mis manos, suspirando amargamente por el cansancio y la falta de paciencia. Por otro lado, el pequeño espectro intentaba animarme, pero no servía de mucho, estaba hambrienta y me sentía algo débil, llevaba los dos meses de búsqueda sin alimentarme, por lo cual eso eran dos cosas más que sumar a mi mal humor, el cual iba en aumento poco a poco.

Diane: Ni siquiera se que hora es... No me llevé mis cosas, ni lo más imprescindible.- Dije con un tic en el ojo.- Debería de haber hecho una maleta.-

Thinny: Eso te pasa por impulsiva, aunque tampoco puedo culparte... Es normal que quisieras salir de esa discusión.-

Diane: Si... Pero tienes toda la razón...-

Mientras seguíamos compadeciéndonos de nuestra miserable situación, noté una presencia bastante fuerte, lo cual hizo que me levantara de golpe y adoptara una posición defensiva, al no poder distinguir de que o quien se trataba, debía mantenerme alerta ante un posible ataque porque de lo que si estaba segura, es que esa presencia no era de un vampiro. Entonces un olor muy característico del azufre inundó mis fosas nasales, era muy tenue, pero al tener un olfato super desarrollado podía olerlo con facilidad.

Diane: Muéstrate.- Dije con tono autoritario en la dirección en la que creía que estaba quien quiera que sea, ocultándose.-

XXX: Si que has tardado poco en descubrirme... Eres muy perspicaz.- Respondió una voz masculina detrás de mi... ¿Por qué a todos los seres sobrenaturales les encanta aparecer por la espalda de los demás?-

Al girarme, pude ver a un hombre bastante atractivo, alto, de ojos platinados, melena oscura, piel pálida y una barba muy bien cuidada, llevaba puesto un traje negro con unos estampados tan impoluto que a ojos de cualquier humano parecería un magnate empresarial muy asalariado o un modelo de pasarela profesional (imagen).


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



XXX: Muy buenas noches, señora Tepes.- Dijo mientras hacía una reverencia para saludarme respetuosamente.-

Love in the bloody madness (Alucard y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora