Capítulo 23.

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Diane: O dios mío...- Dije con sorpresa para después mirar al Nosferatu con los ojos como platos.-

Alucard: ...- No dijo nada, pero asintió con una sonrisa.-

Diane: ¡O DIOS MÍO! ¡O DIOS MÍO! ¡ O DIOS MÍO!- Grité mientras saltaba impulsándome desde el suelo hasta las paredes, rebotando por toda la habitación, estaba muy emocionada.- ¿Es en serio?- Pregunté con las lágrimas saltadas.-

Alucard: Acércate, hay que hacerlo de la forma más apropiada... ¿No crees?-

Diane: ¡SI SI SI!- Respondí con rapidez mientras me acercaba a el dando más saltitos.-

Me senté en la cama junto a el y le miré con emoción y le di el hermoso anillo de oro blanco macizo (porque ya no podía usar la plata como joyería) con una incrustación de mi piedra favorita, ágata musgo verde y otras de diamantes, a simple vista parecía ser un dos piezas, pero no era así, la sortija era una pieza totalmente sólida (imagen), entonces sacó otra cajita que también tenía escondida y al abrirla, entendí que no sólo se trataba de una pedida de mano, era un anillo del mismo material y que iba en conjunto con lo que sería mi alianza de bodas (dejo la apariencia del anillo de Alucard a vuestra total imaginación).


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Alucard: Siento que no podamos hacer una celebración y tomar nuestros votos como hacen los humanos con un "hasta que la muerte nos separe", pero quiero que sepas que estaré para ti, seré totalmente tuyo durante mi "no vida" e incluso después de ésta, por toda la eternidad.- Con su mano libre acuna mi rostro y lo acaricia con el pulgar.- ¿Querrías ser mi esposa?-

Diane: No necesito fiestas ni cosas elegantes para demostrar mi amor hacia ti, me basta con lo que estamos haciendo aquí y ahora, yo también estaré para ti y seré totalmente tuya durante mi "no vida" e incluso después de ésta, por toda la eternidad, es un honor poder ser tu esposa.- Tomo un poco de aire.- Si, si quiero.-

Nos pusimos las alianzas el uno al otro en el dedo anular de la mano derecha y nos unimos en un ferviente beso, cuando nos separamos, me eché sobre su pecho, siendo abrazada por sus brazos.

Alucard: El honor es totalmente mío, porque podré decir con orgullo que estoy casado con la mujer más hermosa, fuerte e inteligente del mundo.- Busca mi rostro para besarme nuevamente.- Pero...-

Diane: ¿Pero?-

Alucard: Hay una cosa que quiero que hagas por mi.-

Diane: ¿El qué?- Pregunté con curiosidad.-

Alucard: Necesito que bebas mi sangre, se que eso implica que la relación de "amo y sirviente" se romperá, eso es lo que quiero, porque ahora eres mi mujer y no quiero que sigas siendo una propiedad como tal... ¿Lo entiendes?-

Diane: Si...- Dije pensativa.-

Alucard: Sufrirás algunos cambios, serás más fuerte y a parte de ser totalmente independiente de mi, te convertirás en toda una vampiresa y obtendrás tus poderes de vampiro como si hubieras bebido directamente de un ser humano clavando tus colmillos, pero no te preocupes, te ayudaré a controlarlos apropiadamente.-

Diane: ...- Asentí mientras procesaba la información.-

Alucard: Y una cosa más.-

Diane: Dime... ¿De qué se trata?-

Alucard: En el momento que lo hagas, todos mis recuerdos acabarán en tu cabeza, quiero decir...- Se toma una pequeña pausa.- Lo sabrás todo de mi al igual que yo se todo de ti, desde que nací hasta ahora, puede que te sientas abrumada y verás muchas cosas que nadie debería sufrir, hacer o ver.-

Estaba muy sorprendida, jamás pensé que alguna vez me ofreciera algo así, a parte de pedirme matrimonio y casarnos en menos de un minuto.

Alucard: ¿Estás preparada?- Preguntó un poco serio, con su mirada clavada en la mía.-

Diane: N-no lo se...- Tartamudeé mientras me encogía sobre su pecho desnudo.-

Alucard: No quiero que te sientas obligada, pero es mejor que lo hagas sin pensar.- Me aconsejó.-

Diane: Vale... Pu-puedo hacerlo...- Dije algo nerviosa.-

Alucard: Buena respuesta...-

Me separó de su pecho con suavidad para estar frente a frente y apartó un poco su corta cabellera, exponiendo su cuello, mientras tanto, yo, temblorosa por lo que iba a hacer, me acerqué a el con lentitud y le abracé, posando mi cabeza en su hombro unos segundos y después me separé un poco para fijar la vista en el lateral de su cuello, aún estaba dudando sobre si hacerlo o no, pero no me quedó de otra porque el quería que la relación fuera justa para ambos, lo cual era totalmente comprensible.

Me tomé un momento para respirar hondo y cerré los ojos, debía dejar la mente en blanco, no podía hacerlo con tantas dudas en la cabeza, poco después, clavé mis dientes sin pensar, ambos nos abrazamos con fuerza mientras yo bebía su sangre, en cuestión de segundos todas sus vivencias asaltaron mi mente de sopetón, una por una y la gran mayoría no eran muy deseables de saber y mucho menos de verlas de una manera tan explícita, haciendo que mis ojos se abrieran con rapidez, mientras las lágrimas recorrían mis mejillas. Tales cosas como cuando fue sometido a violaciones por parte del Sultán mientras fue un cautivo siendo un niño, las cruentas batallas, los montones de cadáveres amontonados para después ser empalados, etc.

Una vez las sucesivas imágenes terminaron de llenar mi cabeza sobre la vida de mi ahora esposo, dejé de beber de el y me escondí en su pecho nuevamente mientras lloraba en silencio, su vida fue más dolorosa de lo que se cuenta en los libros de historia o de lo que pude escuchar por parte de Lady Integra o Seras, incluso acabar con la vida de mi abuelo fue algo tremendamente doloroso para el, Alucard no quería hacerlo y mucho menos de que todo entre ambos acabara de esa manera, porque no solo era su rival más acérrimo o su némesis, también lo consideraba como un igual o un amigo.

Alucard: ¿Estás bien?- Preguntó mientras me abrazaba con fuerza.-

Diane: S-si...- Tartamudeé, pero no solo fue porque tanta información de sopetón me dejara anonadada, si no que también sentía una enorme cantidad de poder y energía en mi cuerpo, las cuales estaban aumentando poco a poco en mi interior.-

Alucard...- Me separó un poco de el para verme bien, levantando mi cabeza desde el mentón con una mano.- Tranquila...- Dijo mientras observaba como el color de mis ojos, característicamente siendo verdes, se tornaba poco a poco a un rojo carmesí.- Te prometo que de ahora en adelante, todo irá a mejor.-

Diane: U-jum...- Dije mientras el limpiaba las lágrimas de mis mejillas.-

Alucard: Te quiero, condesa...-

Diane: Te quiero, conde...-

Ambos nos fundimos en un delicado y amoroso beso, jamás habría esperado que el permitiera y me propusiera algo de tal magnitud, no solo el matrimonio y que quisiera que mi servidumbre acabase, me refiero a que indagara en toda su vida y "no vida" hasta ahora, lo cual hace de el hacia mi un ser totalmente transparente, eso es algo digno de admirar y de agradecer, nada de secretos en éste matrimonio.

Diane: El futuro nos deparará la mejor de las suertes... ¿Verdad?-

Alucard: Bueno o malo, no me importa lo que pase mientras sea a tu lado...- Besa mi frente.- Haré frente a todo lo que se interponga, nadie le hará nada a mi dulce esposa... Y que Dios o Lucifer se apiade de el que ose hacerlo.- Dijo mientras un aura algo oscura aparecía a su alrededor.-

Diane: N-no creo que alguien se atreva...- 

Una risilla nerviosa salió de entre mis labios mientras una gotita de sudor fría bajaba lentamente por la sien.



Love in the bloody madness (Alucard y tu).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora