Extra 1

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1 año más tarde 

Domingo 16 de noviembre del 2025. 

Pov Olivia

Jules y yo viajamos el viernes hasta Abu Dhabi, era la última carrera de la temporada y todo estaba por decidir; el campeona iba a decidirse entre Charles y Max. El neerlandés tenía algunos puntos menos que Charles, pues este ganaría solo si quedase primero y Charles quedará entre los últimos.

Max ya había ganado tres mundiales, pues en 2024 lo ganó Carlos, contra todo pronóstico, por lo que estaba ansioso por volver a ganarlo; en cambio Charles no había conseguido aún ninguno, por lo que sus nervios estaban a flor de piel, durante toda la temporada había estado en tensión y dando lo mejor de sí, y ahora estaba viendo sus resultados. 

Quedaban menos de diez minutos para que la carrera comenzara, pues los monoplazas estaba colocados en la parrilla de salida. Cogí a Jules en brazos y me dirigí hasta el box de Charles, teníamos que darle suerte antes de que comenzara. 

Cuando llegamos al garaje, vimos como estaba hablando con uno de los ingenieros y al vernos se despidió de este y vino corriendo hacia nosotros. No dijimos nada solo nos rodeo con sus brazos para abrazarnos, de alguna manera le servía para tranquilizarse.

- Mucha suerte mi amor - dije al separarnos - todo va a salir bien. 

- Papi campeón - dijo Jules mientras levantaba el peluche de croche que le habían regalado en forma de piloto de Ferrari, simulando a Charles. Siempre que escuchaba hablar de carreras o algo por el estilo decía "papá campeón" y levantaba lo que tuviera en sus manos a modo de trofeo, ya que había visto en la televisión como su padre alzaba las copas y él lo imitaba. 

Narrador Omnisciente

2 horas más tarde...

Todo estaba pintado de rojo, el equipo ferrari volvía a ganar el campeonato de constructores y por primera vez en la historia Charles se había convertido en campeón del mundo.

Olivia lloraba mientras sostenía a Jules entre sus brazos y Pascales junto a los hermanos Leclerc, Arthur y Lorenzo, la abrazaban de la emoción.

Todo el mundo estaba emocionado, pues por tercer año consecutivo el campeón había sido alguien diferente, y  esta vez estaba de nuestro lado.

Charles que había quedado primero apareció entre los fuegos artificiales y el humo que había sobre la pista donde empezó a hacer los conocidos donuts con el coche, mientras que por la radio solo se escuchaban los sollozos del monegasco.
Había sido un año muy duro, y no solo eso, sino todos los que habían pasado, y ahora sí, ya era Campeón del Mundo de Fórmula 1.

Seguido de este llegó el Ferrari de su compañero, Carlos Sainz, quien volvía a llorar, este año aunque no hubiese ganado iba a ser el último año en Ferrari ya que Red Bull había fichado por él. Carlos lloraba por todos los años que habían pasado juntos, por todo lo que había pasado durante estos, y ahora todo cambiaría.

En tercer lugar llegó Lando, quien se unió con Carlos y Charles a los donuts, el inglés acababa de terminar su primer año en Mercedes, había luchado por el mundial, pero al final no pudo ser.

A través de las rejas que separaban el pit-lane de la pista se encontraban la familia de los tres pilotos, los cuales estaban expectantes a poder abrazarlos.

La rueda de prensa terminó provocando que todo el que estuviera allí se emocionara por las lágrimas de Charles, era incapaz de llorar, y más aún cuando pudo abrazar a Olivia y a su pequeño Jules. Los dos adultos lloraban y reían a la vez mientras su pequeño solo decía "papá campeón".
Ambos habían sufrido y luchado tanto para estar juntos, que todo lo que le estaba pasando a la pareja parecía incierto, eran los más felices del mundo en este momento, y nada les iba poder arrebatar aquel momento que estaban viviendo.

En ese momento de celebración, Charles, Olivia y Jules se encontraban rodeados de su familia y amigos, quienes habían estado apoyándolos a lo largo de esta travesía. Las sonrisas y los abrazos sinceros reflejaban la alegría compartida por el logro de Charles y la unidad de su familia.

Para Charles, ganar el campeonato de Fórmula 1 era más que una victoria en las pistas; representaba la superación de obstáculos, la perseverancia y el amor que había encontrado en su camino. Sentía una inmensa gratitud hacia Olivia, quien lo había inspirado a alcanzar sus metas y lo había respaldado en cada paso del camino.

Olivia, por su parte, se sentía abrumada de emoción y orgullo al ver a Charles en ese podio de campeones. Era testigo del arduo trabajo, la dedicación y la pasión que había invertido en su carrera. También admiraba cómo Charles equilibraba su papel como padre y esposo, siempre dispuesto a brindar amor y apoyo a su familia.

Mientras la celebración continuaba, Charles tomó a Jules en brazos y lo presentó a sus compañeros de equipo y a los fanáticos presentes, quienes celebraron con entusiasmo la llegada de la nueva generación en el mundo de las carreras. Jules, ajeno a todo el alboroto, reía y agitaba sus manitas, contagiando a todos con su energía y alegría contagiosa.

Olivia miró a su familia con una sensación de plenitud y amor incondicional. Ver a Charles como un campeón y como un padre amoroso llenaba su corazón de felicidad. Sabía que habían superado obstáculos y desafíos juntos, pero siempre habían encontrado la fuerza para seguir adelante.

Mientras se deleitaban en la euforia de la victoria, Charles y Olivia encontraron un momento a solas, apartados del bullicio de la celebración. Se tomaron de las manos y se miraron profundamente, sabiendo que habían superado pruebas y adversidades para llegar a ese momento de triunfo y felicidad.

Charles: Nunca imaginé que nuestra vida nos llevaría por este camino, pero estoy agradecido de tenerlos a ambos a mi lado. Ustedes son mi fuerza, mi inspiración.

Olivia: Y tú eres el pilar de nuestra familia, Charles. Tu determinación y pasión por lo que haces nos han llevado hasta aquí. Estoy orgullosa de ti y de todo lo que hemos logrado juntos.

Se abrazaron con ternura, encontrando consuelo y amor en los brazos del otro. Sabían que su viaje apenas comenzaba y que enfrentarían nuevos desafíos, pero también estaban seguros de que, con su amor y unión, podrían superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

En medio de la celebración y rodeados de sus seres queridos, Charles, Olivia y Jules se dieron cuenta de que el verdadero triunfo no residía solo en las pistas, sino en el amor y la conexión que compartían como familia. Esa era la victoria más valiosa y duradera que habían alcanzado y que continuarían cultivando a lo largo de sus vidas.

 Esa era la victoria más valiosa y duradera que habían alcanzado y que continuarían cultivando a lo largo de sus vidas

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Inefable - Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora