Quien diría que un café y una cámara de fotos daría para una historia de amor, absolutamente nadie, y menos Charles y Olivia. Ninguno de los dos puede olvidarse de aquella conversación, ni de ellos mismos, para que mentirse.
El destino les volverá...
No era consciente de lo que acababa de ocurrir, no sé como había aceptado quedarme en la casa de la madre de Charles.
- ¿Qué vas a hacer ahora mamá? - le preguntó Charles. - Tengo que esperar a Arthur, y más tarde iremos a comer a casa, ¿venís? Viene Lorenzo también - nos ofreció Pascale, haciendo que Charles me mirase en forma de aprobación a la comida. - Por mi no hay problema - dije provocando una sonrisa en la cara de ella. No sabía que tenía, pero sin conocerla realmente sabía que era una buena persona. - Pues nos vemos allí mamá, nosotros tenemos que ir a hacer unas fotos - dijo este levantándose de la mesa a lo que yo imité su acción. - Nos vemos luego, Pascale - me despedí de esta, pero algo que me sorprendió fue que ella se levantó para despedirse de mí con un abrazo, pero no uno cualquiera, uno que llevaba mucho tiempo sin sentir, un abrazo maternal.
(...)
Después de salir del edificio de Ferrari, y de obviamente avisar a Carlos de que no me esperase, pusimos rumbo a una museo o algo así me había explicado Charles, pero de coches.
Aquello era inmenso y había cientos de coches, a cual más grande y espectacular, hasta que llegamos a la parte donde se encontraban los monoplazas de Fórmula 1.
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- Esto es espectacular, no había visto tantos coches así juntos en mi vida - dije tomando fotos a cada rincón que veía. - ¿Te suena esta coche? - dijo señalando unos de los Ferrari con el número 16. - ¿Es el tuyo verdad? - dije a lo que asintió. - Mi primera victoria con Ferrari en Mónaco, sin duda una de las más especiales - notaba como le había costado decir aquello, seguro que había una historia detrás más allá de una victoria. - ¿Empezamos - dije cambiando completamente de tema para que no se sintiera presionado, a lo que este asintió.
(...)
Estuvimos allí casi una hora de reloj, pero a ser sinceros no hicimos muchas fotos la mayoría del tiempo estábamos riéndonos mientras este me hacía poses extrañas o se subía a las ruedas de los monoplazas.
Nos percatamos de la hora que era y pusimos rumbo hasta la casa de su madre, mientras escuchábamos y gritábamos "A sky full of stars" de Coldplay. - cause you're a sky full of stars, cause you light up the path - me cantaba Charles mientras conducía. - I don' t care, go and tear me apart - le seguía la canción, y parecía que ambos nos la estábamos dedicando el uno al otro - sería un auténtico sueño poder escuchar esta canción en directo.
Y seguimos así hasta llegar a su casa, mientras que le tomaba algunas fotos.
(...)
- Entonces, ¿eres francesa pero vives en Madrid? - me preguntó Arthur, el hermano de Charles, mientras terminaba de tomarse la natilla que había hecho su madre. - Exacto, y te parecerá extraño pero desde que era una bebe no he pisado Francia, es más Mónaco es el primer país que he visitado, que me acuerde claro. - Bueno la semana que viene irás a Canadá - dijo Lorenzo - ¿cuando os vais? - le preguntó ahora a su hermano. - Lo más seguro es que nos vayamos el lunes - dijo Charles y este asintió. - ¿Has visto Montecarlo? - me preguntó Lorenzo. - Si cuenta el camino hasta las oficinas y los caminos del hotel al paddock entonces si. - Te lo enseñaré esta tarde - dijo Charles a lo que asentí contenta. Me gustaba la idea de hacer de turista, al menos por una tarde.
