Inefable - Charles Leclerc

Capítulo 24

Pov Olivia

Después de pasar todo el día con Charles, llegamos a la casa de Pascale para cenar, quien nos estaba esperando .

- ¡Por fin que llegáis! - dijo esta mientras se levantaba del sofá para saludarnos - Hola Olivia, cariño - dijo mientras sus manos rodeaban mi cuerpo abrazándome.
- ¿Qué tal el día Pascale? - le pregunté cuando nos soltamos del abrazo, esta mujer me estaba dando todos los abrazos que mi madre no me había dado a lo largo de mi vida y me hacía sentir tan bien.
- Salí a dar una vuelta por ahí en bicicleta, y me encontré con Lorenzo, me dijo que vendría a cenar y traería la cena ¿os parece? - nos informó a lo que ambos asentimos - ahora iros a duchar y poneros el pijama, Lorenzo llegará en una media hora.
- Por supuesto mi sargento - dijo Charles mientras hacía el gesto de un soldado cuando le ordenan hacer cualquier cosa, lo cual provocó la risa de ambas.

Una vez estuvimos arriba, ambos entramos en la habitación ya que mi maleta estaba allí y el pijama de Charles también.
- ¿Has disfrutado del día de hoy? - me preguntó este mientras alzaba la almohada para coger el pijama.
- Ha sido increíble Charles, ni en mis mejores sueños lo hubiera imaginado, gracias - dije mientras me acercaba a este para darle un abrazo.
- Gracias a ti, por devolverme la ilusión Olivia, antes me daba igual lo que hacer, todo era tan monótono, pero ahora solo quiero pasar tiempo contigo, verte feliz, solo necesito eso - dijo para unir nuestros labios, era un beso lento, de esos que saboreas cada milímetro de sus labios pero este cada vez se iba haciendo más y más ardiente, una de sus manos, la cual rodeaba mi cintura, me atrajo más hasta él, mientras que su otra mano recorría cada centímetro de mi cuello.
- Charles - intenté decir mientras sus besos empezaron a bajar por mi cuello, lo cual hizo estremecerme. Cuando unos toques en la puerta hicieron que ambos nos separásemos de golpe.
- Charles, cariño, me ha llamado Lorenzo diciendo que en quince minutos estaría aquí - dijo Pascale desde el otro lado de la puerta a lo que el monegasco respondió con un "vale mamá".
- Tenemos que ducharnos - dije rápidamente antes de meterme en el baño, estaba algo nerviosa y de seguro que tenía las mejillas rojas como el Ferrari.
Me metí en el baño y coloqué mis manos sobre el mueble de este, mientras que Charles se acercaba por detrás y sus manos rodeaban mi cintura para darme la vuelta y colocarme frente a él.
- ¿No hay prisa vale? - sabía a lo que se refería, obviamente no era a lo de Lorenzo, sino a nuestra relación, esa parte era algo importante en esto y aunque ambos teníamos ganas, debíamos de andar con mis de plomos, por lo menos de momento.

(...)

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- Esta bien, mañana os prepararé los cafés más ricos del mundo - dije después de que Charles le contará que trabajé en Starbucks antes de ser la fotógrafa del equipo y de mi enorme colección de cafés a Pascale y sus hermanos, si hablo en plural porque al final Arthur también se unió.
- Esta bien, está noche dormiré aquí- dijo Arthur.
- Pues yo también, no me perdería esos cafés por nada en el mundo - se unió también Lorenzo, a lo que Pascale y yo reímos.
- Podéis dormir cada uno en su habitación, Charles no tendrá problemas por dormir con Olivia ¿verdad? - dijo Pascale guiñándole el ojo a su hijo haciendo que su cara se tiñiese de rojo.

Después de un rato, los hermanos Leclerc empezaron a recoger todo lo que habíamos ensuciado con las pizzas que Lorenzo trajo mientras que Pascale y yo salimos a la terraza donde nos sentamos en unos sillones que rodeaban la piscina.

- ¿Estás agusto en casa? - me preguntó Pascale mientras se sentaba.
- Solo la familia de Carlos me había hecho sentirme tan acogida, de verdad muchas gracias por esto - dije mientras las manos de esta se unían con las mías y me acariciaba.
- Haces muy feliz a Charles, lo mínimo que puedo hacer es esto cariño.
- Tengo mucha suerte de haberle encontrado - dije mientras miraba a través de los cristales que daban a la cocina como los hermanos Leclerc se tiraban unos pañuelos entre ellos.
- ¿Te encuentras bien, cielo? - me preguntó ya que mis ojos empezaron poco a poco a cristalizarse mientras veía la escena.
- Me hubiera encantado tener una relación tan bonita como la suya contigo, la última vez que vi a mi madre fue hace cinco años, no espero nada de ella, pero a veces me gustaría que se acordase de que tiene una hija - era triste, mi madre estaba viviendo su vida de multimillonaria en Nueva York con su novio, mientras que yo vivía sola en Madrid y por fin después de muchos años trabajando para poder llegar a final de mes, estaba empezando a trabajar en algo que realmente me apasionaba.
- No sé quién es tu madre, ni tampoco soy nadie para poder opinar de ella porque no la conozco, pero lo único que puedo decir es que ella se pierde a la maravillosa hija que tiene - dijo mientras me acercaba a ella para abrazarme.
- ¿De qué hablaban? - preguntó Charles mientras llegaba con sus hermanos al jardín.
- Cosas de chicas, no puedes ser tan cotilla Charles - le riñó Pascale mientras este agachada la cabeza y sus otros dos hermanos se reían - y ustedes dos no se rían, que si quieren también les puedo reñir -  les amenazó esta provocando la risa en mi.

Después de un rato hablando y jugando a un juego que Arthur se había inventado, pusimos rumbo hasta las habitaciones. Estaba demasiado cansada, aunque al menos mañana tendríamos toda la mañana para descansar antes de tomar las fotos para la última entrevista que nos faltaba y coger el avión rumbo a Canadá en la noche.

- Buenas noches Charles - dije mientras notaba como este me atraía y ponía mi cabeza sobre su pecho como en la noche anterior.
- Buenas noches Olivia - se despidió mientras dejaba un beso sobre mi frente y ambos caímos en los brazos de Morfeo al segundo de cerrar los ojos.