Pov Olivia
Empecé a seguir a la gente, ya que llamar a las chicas era prácticamente imposible, la cobertura era pésima. Ví a varias personas con ropa de Ferrari, por lo que decidí seguirles, seguro que me llevarían cerca de Carlos.
Aquello era impresionante, miles de personas trabajando, la gente echándose fotos con muchos de los pilotos, o eso creo ya no se con quien sino se echarían fotos. Sinceramente, esto era mucho mejor de lo que me había imaginado, por lo que no paraba de echar fotos por todos lados, no quería olvidar todo esto. Después de andar por muchos minutos, acababa de llegar a una zona, que según la descripción que Carlos me hizo hace poco serían los boxes; allí estaban cada una de las escuderías con sus correspondientes monoplazas y muchas personas a su alrededor, así que segui andando hasta encontrar la escudería de Ferrari, no tenía mucha pérdida además de que había una foto de Carlos en grande. Este me vió desde dentro y se acercó hasta mi, y decidí tomarle una foto, lo que no me esperaba era que a esta se le añadiera una persona, mejor dicho, su compañero de escudería, pero sin más eché la foto, la miré y entonces me dí cuenta de quien era su compañero de escudería.
Pov Charles
- Sí Charlotte, sí, no te preocupes que si se da el podio iré a por ti para darte un beso - le replicaba a Charlotte a través del teléfono.
- La gente tiene que ver que todo está perfecto.
- Pero es que no lo está - desde el viaje a Madrid nuestra relación fue cuesta abajo y sin frenos, más de lo que ya iba antes. Solo veía a Charlotte cuando teníamos alguna fiesta o era fin de semana de carrera, o simplemente quería ir a comprar. Además esta ella, la chica del Starbucks, Olivia, no sé que me pasó con ella pero no me la puedo quitar de la cabeza, creo que nos quedaron muchas conversaciones pendientes. Es más, aprovechando que el Gran Premio era en España, decidí ir hace dos días a Madrid y a ese mismo Starbucks necesitaba volver a verla, pero ni rastro de ella, no sé cuántos cafés me llegué a tomar, ya que fue tres veces por la mañana y tres por la tarde, pero no hubo nada de suerte. Quizás el destino no quiere que la conozca, o que nos veamos; existen tantas situaciones remotas.Después de lo último que dije, sin ni si quiera despedirse, está colgó el teléfono como siempre con la palabra en la boca. Cuando noté que alguien ponía la mano en mi hombro.
- ¿Qué tal Charles? - me preguntaba el español, quien estaba emocionado por este fin de semana. Según me había contado, había venido gran parte de su familia y amigos, por lo que estaba muy contento.
- Bien, y tú ¿nervioso? - Le pregunté a lo que este asintió.
- No creo que estés muy bien, pero cuando quieras me lo cuentas, ahora debo de irme que estarán al llegar las chicas - dijo este y decidí acompañarle, total no tenía nada mejor que hacer en ese momento.
- Te acompaño si no te importa.
- Venga, vamos - dijo el español y pusimos rumbo en busca de sus hermanas, supongo.De camino hasta las hermanas de Carlos, nos encontramos con muchos de los pilotos, de los cuales me quedé hablando con Pierre hasta que me dí cuenta de que Carlos se había ido. No estaba muy lejos, pues parecía estar parado con alguien, a medida que me iba acercando, me dí cuenta de que no estaba hablando, sino que estaba pasándole, a Blanca o Ana, quien le estaba echando fotos ; por lo que alargue el paso hasta llegar a su lado para aparecer en las fotografías.
- ¡Say cheese! - le dije a este mientras ambos hacíamos el tonto ante la cámara.
Después de varias fotos, la chica se apartó la cámara de la cara y la vergüenza se apoderó de mi, pues no era ni Blanca ni Ana la que estaba sacando la fotografía. Pero eso no era lo peor, era ella, era Olivia.
Mi corazón iba a mil por horas, la volvía a tener delante de mí y parecía que ella también me había reconocido, pues la expresión de su cara era de sorpresa.- ¿Se conocen? - preguntó Carlos sacándome del trance en el que me encontraba.
- Fue cliente no hace mucho - dijo ella. Se notaba algo nerviosa, y eso me gustaba además de que se había acordado de mí en el momento que me vió.
- Se inventó que era mi cumpleaños para regalarme el café porque no tenía dinero.
- ¿No tenías dinero? - preguntó Carlos extrañado.
- Charlotte estaba de compras y - no me dejó terminar.
- No me digas más- Charlotte no era del agrado de muchos de mis compañeros, ni de sus respectivas parejas; pero al fin y al cabo, ella había sido mi primera "relación" y bueno, también teníamos algunos momentos buenos, aunque en estos últimos meses, desde antes del viaje a Madrid, fue a peor.Pov Olivia
- No me digas más...- interrumpió Carlos a Charles. Por la expresión del español, la tal Charlotte no le caía en gracia, y por la parte de Isa tampoco ya que había escuchado alguna que otra anécdota en la que la monegasca no salía muy bien parada - ¿dónde están Blanca y Ana? - me preguntó esta vez a mi.
- Las perdí en la entrada y seguí a unos chicos que llevaban una camiseta parecida a las vuestras - dije mientras este se reía, era la más despistada del grupo y ya no había remedio para ello. Y como si nos hubieran escuchado las dos hermanas aparecieron detrás de nuestra.- ¿El móvil? - dijo Ana señalándome el suyo.
- ¿Qué pasa con el móvil? - le dije ajena al problema que tenía con su móvil.
- Te he llamado como veinte veces y no contestabas - es verdad que no solía contestar, de normal general mi teléfono estaba en silencio y con los auriculares puesto, por lo que no solía enterarme de la misa la media. Aunque esta vez no era de esas situaciones, esta vez lo que fallaba era la cobertura.
- A mi no me digas nada, la cobertura no existe en este lugar, así que tranquilizate y posa para mi bella dama - le dije a esta para que se tranquilizara mientras encendía la cámara para echarle una foto.Después de que echara alguna foto a los chicos y demás, Ana cayó en algo.
- Anda, has conocido a Charles - dijo esta y antes de que pudiera decir algo, Carlos se adelantó.
- Ya se conocían, él fue un día a por un café y ella le invitó porque no tenía dinero - dijo y los ojos de esta se abrieron como platos.
- ¡¿Es el fran...- y antes de que terminara de decir la frase.
- ¡Anda mira! A ese si que lo conozco si es Fernando Alonso, vamos a saludarle - sabía que estaba más roja que las camisetas de Ferrari, pero tenía que salir de esa situación.Los chicos asintieron y fuimos en dirección hacia este, pero sabía que Ana no se quedaría callada.
- El destino te ha vuelto a poner al francés en el camino, esta vez te pide matrimonio- me susurró esta y le chisté, lo que menos quería era que aquí el señor francés se enterara de que era mi amor platónico.
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Inefable - Charles Leclerc
FanficQuien diría que un café y una cámara de fotos daría para una historia de amor, absolutamente nadie, y menos Charles y Olivia. Ninguno de los dos puede olvidarse de aquella conversación, ni de ellos mismos, para que mentirse. El destino les volverá...