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Domingo, 29 de octubre.
Y llegó el día, finalmente llegó el tan esperado día. ¿Lo malo? Es que era en domingo. Pero, ¿qué esperaban? Es la secundaria de South Park, está en su normalidad ser así de raro.
—Mierda, no lo encuentro por ningún lado. —dijo el pelirrojo con frustración.
Era un domingo por la tarde, faltaban solo unas cuantas horas para el baile, y el joven de orbes esmeralda no encontraba su disfraz por ningún lado.
—¡Carajo! —exclamó. Buscó debajo de la cama, en el armario, en unos cajones, incluso en el baño, pero nada. No había nada. —¿y ahora que haré? —jaló de sus rizos con desespero.
—Hey, ¿qué tal me queda? —el chico volteó, viendo al instante la pequeña figura de su hermano, este llevaba el traje.
—Dios mío, gracias. —suspiró aliviado, acercándose a su hermano de manera rápida. —Espera, ¿lo tuviste tú todo este tiempo?
—Sí, quería ver cómo me quedaba. —modeló, cómo si de una súper estrella se tratase. —luzco increíble. ¿Me lo regalas?
La imagen de su hermanito menor con su disfraz era ciertamente enternecedora, las mangas le quedaban grandísimas, y ni hablar de los pantalones. Parecía que en cualquier momento podría tropezar. Pero, era de esperarse, pues el pequeño Ike medía tan solo 1.50, mientras Kyle 1.80.
Sí, él judío de ushanka verde era alto.
—No. —negó divertido. —No te queda, eres muy chico aún.
—Tengo diez, Kyle. Soy casi un adulto. —se cruzó de brazos.
—Ajá, cómo digas. —le restó importancia. —¿Podrías devolvérmelo? Lo necesitaré para el baile de esto noche.
—Oh, ¿hablas del baile al cuál asistirás con tu novia? —Sonrió con burla.
—No, eso.. —desvió la mirada con un muy ligero sonrojo. —No te interesa. Sólo dámelo.
—Bien. —soltó el peli negro con desgano.
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Cuando había encontrado el disfraz, aún era algo temprano, así que me pasé la tarde jugando video juegos. Al dar casi la hora, rápidamente entré a mi cuarto. Me desvestí, y comencé a ponerme el disfraz. Iba a abrochar los últimos tres botones, hasta qué..
—Holi. —mi amigo entró con una bolsa de frituras.
Volteé con clara confusión. —¿Qué mierda haces aquí?
—hmm.. comiendo fritos. ¿Qué haces tú?
—Uh, ¿vistiéndome? —señale mi algo pecho desnudo, cómo si fuera algo obvio.
—Ah, ya. —siguió masticando cómo si nada.
Restándole importancia, terminé de abotonar la camisa. Me coloqué el saco, la capa, y los guantes. Al mirar de re ojo a Stan, pude ver cómo ya estaba con su disfraz de pirata.
—Por cierto, ¿irás con Wendy, no? —pregunté peinando un poco mi cabello.
—Sip. De hecho, quedé en recogerla.
—¿Y? —volteé.
—¿Y...? —ladeó su cabeza.
—¿No deberías estar yendo por ella ya? Falta realmente poco para que comience.
El de ojos celestes se quedó en silencio con la mirada gacha, analizando. Segundos después, alzó la mirada sobresaltado.
—¡Mierda, debo ir por Wendy! —salió corriendo. —Romperá conmigo de nuevo...
Fue lo último que escuché por parte de mi amigo. Me alcé de hombros y seguí arreglándome. Después de haberme visto en el espejo y haber quedado satisfecho con mi imagen, salí de mi habitación.
Traté de irme de casa sin que mi madre se diese cuenta, pero era prácticamente imposible.
—¿A donde crees que vas?
Maldición.
—Eh.. iré a..
—Irá a su fiestecita, mamá. —interrumpió Ike.
—Oh, ¿esa fiesta escolar? De ser así, está bien.
¿Y ella cómo sabía que..? Da igual, me iré y ya.
—Gracias, mamá. —sonreí. —No volveré muy tarde.
—Eso espero, ¡diviértete!
Asentí con una sonrisa, para seguido de esto, salir de casa.
Sí, el capítulo es corto, SÚPER corto, pero les juro que me estoy cagando del sueño, y todavía tengo que hacer tarea😭😭
Si puedo los subo en la madrugada, si no en la mañana
