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Pasó un tiempo desde esa fiesta, la fiesta en la que _____ conoció al "chico misterioso". A partir de ahí, se hicieron muy cercanos. Podías verlos todos los días juntos por los pasillos, en el recreo, incluso de vez en cuando en la cafetería. Todos sus conocidos sospechaban que esos dos tenían algo más que una simple amistad. Sin mencionar todos los coqueteos que soltaba el rubio hacía la chica de castaña cabellera.
Parecían.. dos idiotas enamorados.
Sí, sí, se lo que se preguntan. "¿Y qué pasó con Kyle?"
Bueno, nuestra querida protagonista.. decidió "enterrar" lo que había pasado en ese armario. Según ella, ya no existía ninguna clase de sentimiento hacía Kyle.
Por supuesto que mentía.
Sí, ella aún sentía algo por el joven Broflovski. Su ritmo cardiaco subía de manera increíble con solo verlo de lejos, seguía siendo la misma sensación de siempre, y eso no le agradaba nada. Ella no quería seguir sintiendo eso por él. pero... supongo que no puede evitarlo, uno no puede controlar el amor, ¿no?
El amor, quiera o no, es difícil. Por más que deteste tener sentimientos por Kyle aún, no puede evitarlo. Cómo dice el dicho: "Uno no elige a quien ama, lo amas y ya está."
Aún amaba esos orbes esmeraldas brillantes e hipnotizantes, sus lindos rizos pelirrojos, su sonrisa, su risa, el suave olor a sandía que él y solo él desprendía. Todo.
Pero, también estaba confundida. Ciertamente, el chico de parka naranja, también le hacía sentir cosas. Lo encontraba atractivo, y su forma de ser el encantaba. El cómo se desenvolvía con facilidad, lo divertido y platicador que era, sus bromas, sus coqueteos hacía ella, y, por supuesto, no podían faltar los chistes de doble sentido que tanto hacía. Con él, nunca faltan las risas. El la hacía sentir bien, la hacía sentir cómoda y segura.
Pero por mas lindo que fuera Kenny, ella no podía superar a Kyle. Simplemente no podía, por más que tratara.
Sentía algo por los dos, pero lo que sentía por el pelirrojo, era más fuerte.
"¿Entonces por qué no simplemente habla con él?"
La primera razón: su orgullo. Y la segunda y más importante: tenía miedo de salir lastimada y más confundida que antes. Hablar con él es algo que ella no quería enfrentar, no quería enfrentar la realidad.
Pero, tarde o temprano, quiera o no, tendría que hacerlo.
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