Capitulo 29

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Euphemia se sintió muy reconfortada, aunque estaban bajo el clima gélido de la capital.

'Eso es extraño....'

Mientras observaba a su esposo, se dio cuenta de su extraño comportamiento.

Ferzen sólo se concentraba en el suelo cuando estaba caminando, sin mirar nunca lo que había delante de él.

Su paso también era uniforme y nunca pisaba las baldosas desiguales de la calle.

Euphemia se preguntó si había alguna razón especial detrás de esto, pero desechó rápidamente estos pensamientos.

Por suerte para Ferzen, Euphemia no sospechó sobre sus extraños comportamientos.

"Llegamos".

"¿......?"

Se detuvieron delante de cierto atelier.

El exótico nombre, Chanella, llamó la atención de Euphemia.

Y al otro lado de la vitrina, se exhibían varios cuadros.

¿Podría ser un atelier dirigido por un artista famoso?

"Entremos".

"Esta bien.... "

Debido a que el interior del establecimiento era bastante lujoso, Euphemia se paró cerca de Ferzen ya que ella no estaba familiarizada con lugares como este.

"¡Bienvenidos, queridos clientes!"

Al contrario de sus expectativas de encontrarse con un artista con la ropa llena de manchas de pintura, les recibió un hombre con un traje bastante refinado.

"Deseo un retrato al óleo de mi esposa y yo".

" Mi Señor, una pintura al óleo tarda aproximadamente una semana en estar terminada, y la pintura debe secarse durante aproximadamente un mes si desea enmarcarla. ¿Le parece bien?"

"Está dentro de lo razonable. Y me gustaría que dejase un poco de espacio en el lado izquierdo del cuadro para que pueda realizar un grabado. ¿Puede hacerlo?"

"¡Por supuesto, Mi Señor! Por favor, sígame".

¿Un retrato?

Euphemia siguió a Ferzen mientras éste la llevaba al interior del taller.

"Mi Señor, por favor, póngase cómodo".

Al oír las palabras del artista mientras le acercaba una silla, Ferzen giró su mirada y luego se sentó encima de ésta.

Al ver esto, Euphemia se preguntó si debería tomar una silla y sentarse junto a Ferzen.....

"Euphemia"

"Qué....."

"Ven aquí."

Ferzen dio unos golpecitos en su regazo.

"¿Estás hablando en serio......?"

"Sí. Eres mi esposa, así que no tiene nada de malo".

"......"

"Así que ponte aquí".

Euphemia le lanzó una mirada fulminante a Ferzen, pensando si su esposo estaba loco, mientras él le sonreía con satisfacción y continuaba dándose golpecitos en el regazo.

Dándose por vencida, Euphemia suspiró y se sentó cuidadosamente en el regazo de Ferzen.

Luego acercó su cuerpo al de él, mientras su cabeza ahora descansaba sobre su firme pecho.

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora