capitulo 81

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El linaje de los Genova está maldecido por la luna llena, lo que provoca en ellos deseos retorcidos. Con el fin de evitarlos, deben o bien contenerse, o bien permanecer encerrados. Sin embargo, esto a menudo provoca que se autolesionen para poder cumplir con la maldición.

Además......

Cuando la luna llena está oculta por las nubes, entran en un estado en el que toman conciencia de sus actos.

El resultado es el mismo si se bloquea artificialmente la luna llena.

Ahora bien, el verano había traído consigo la estación de las lluvias.

Entonces, ¿los del linaje Genova disfrutaban de esta época del año?

La respuesta a esa pregunta sería un rotundo "No".

Porque la maldición de la luna llena era algo peligroso.

Y ser consciente de ello cuando estaba activa era aún más peligroso.

Únicamente si el individuo poseído por la maldición tenía un nivel inhumano de fortaleza mental, sería capaz de resistir la noche.

Sin embargo, esta situación sería similar a la de una persona hambrienta que contempla un festín frente a sí y no se le permite comer nada de él.

Al igual que una persona en la cúspide de un clímax, pero sin cruzar nunca la línea final.

Normalmente, las personas afectadas por la maldición se dejan llevar por su subconsciente, sin embargo, en este caso, mantendrían la razón y, en algunos casos, las secuelas de la maldición serían más fuertes.

Esto se debe a que.......

Aquellos de la Línea de Sangre Genova sienten una especie de placer celestial en el proceso de satisfacer sus deseos más retorcidos.

Y si uno experimentara esto mientras es consciente de ello......

La mayoría de ellos se volverían adictos al placer.

Por eso, aquellos de la Familia de Génova eran lunáticos.

'Tengo que decírselo......'

5 DE LA TARDE

Tras finalizar sus clases, Laura se dio un baño para calmar sus nervios.

Había una pequeña parte de ella que sentía curiosidad por saber qué hacían Ferzen y ella en las noches de luna llena.

Pero también se preguntaba si saber esto le serviría de algo.......

Así que la joven doncella negó con su cabeza mientras se sumergía en el agua tibia.

Ya era verano.

Los días eran más largos y las noches más cortas.

Así que debería disponer de tiempo suficiente para disfrutar de su baño y estar allí a las 7 de la tarde.

* * * * *

Tras conseguir permiso para pasar la noche fuera de la Academia, Laura abrió su paraguas mientras caminaba por las lluviosas calles de la capital.

Ya que era albina, Laura disfrutaba de la estación lluviosa, pero también anhelaba ver el sol después de tantos días de lluvia.

Entonces, al llegar a las afueras de la Capital.

Se quedó de pie frente a una casa sencilla y destartalada.

Laura agarró con cuidado el pomo de la puerta y lo giró.

*Clic.*

Se escuchó el sonido familiar de las bisagras desgastadas.

Dentro de la casa, Ferzen esperaba en silencio sentado en una simple silla.

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora