Capitulo 45

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"......"

Frotándose sus ojos cansados, Yuriel miró su reloj.

3:40 A.M

Ferzen, que estaba descansando plácidamente en su cama, tenía su cuerpo cubierto de ungüento.

No......

No estaba durmiendo plácidamente en lo más mínimo.

Aun durmiendo, parecía estar sufriendo a causa del dolor de sus heridas, ya que su rostro estaba contorsionado en un ceño fruncido y, cuando se daba la vuelta, a veces dejaba escapar un gemido doloroso.

*Crujido.*

"Así que, ¿Aún sigues aquí........?"

El médico que había entrado en la habitación miró a Yuriel con asombro.

"Estoy aquí para que pueda avisar a alguien en caso de que su salud empeore".

"No es que esté en estado crítico.......".

El médico entonces se acercó al lado de él y le administró una inyección, que probablemente estaba llena de analgésicos.

Al cabo de un momento, la expresión en el rostro de Ferzen se relajó.

"Usted también debería de descansar un poco, ya que probablemente estará ocupada mañana por la mañana con el interrogatorio y la investigación......."

"Soy consciente de ello".

"Debo de haberme pasado de la raya ..... Me disculpo."

Inclinando su cabeza hacia ella, el médico salió de la habitación del hospital.

Ahora que se había quedado sola, Yuriel puso una de sus manos sobre la cama de Ferzen y suspiró.

"¿Por qué tú, de entre todas las personas, harías algo tan inútil como eso......?".

No..... No era algo inútil.

Sólo era algo innecesario.

"¡¿Por qué?.....¿Por qué?....! Cuando despiertes te voy a ponerte en tu lugar".

Yuriel de repente se estremeció cuando un par de ojos carmesí la miraron fijamente.

"Agua".

"......"

Una petición simple e intuitiva.

Por lo general, Yuriel se enojaría si alguien le hablase de este modo. Sin embargo, esta vez se limitó a hacer un puchero y a fulminarlo con la mirada. Entonces se levantó, sirvió agua en un vaso y se lo acercó a los labios.

*Beber*, *beber*......

"......"

Yuriel sintió una extraña sensación aflorar en su pecho cuando Ferzen bebió tranquilamente el agua con su ayuda.

*Peinar*

En un arranque del momento, Yuriel extendió su mano y le apartó el mechón de cabello que le estaba tapando sus ojos.

Al producirse este tipo de contacto, el dueño de aquellos cautivadores ojos carmesí frunció el ceño mirándola.......

"¿Qué?"

Sin embargo, en esta ocasión, su mirada no asustó a Yuriel, ya que no había nada que pudiera hacerle con sus dos brazos en ese estado.

Sintiéndose un poco más atrevida, Yuriel entonces puso su dedo en la frente de él para obligarlo a suavizar su ceño fruncido.

"¡*Toser*......!"

"¡Ah!"

Pero mientras ella hacía esto, el vaso con agua se fue inclinando poco a poco, lo que hizo que entrara más agua de golpe en la garganta de Ferzen, haciéndole toser.

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora