Capitulo 79

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"Uf......he terminado".

Euphemia mostraba con orgullo una sonrisa de satisfacción mientras admiraba el par de calcetines de color blanco que acababa de tejer para los pies de un bebé.

Después, se acarició con ternura el vientre, emocionada por la llegada de su bebé.

Ya que la joven madre no sabía el sexo de su bebé, escogió un color neutro que le serviría tanto para uno como para otro.

"Se está tardando un poco".

Aunque su esposo le había informado de que debía ocuparse de un asunto importante, eran casi las 8 de la noche. .....

Así que ella no pudo evitar preguntarse cuándo estaría de vuelta.

"Ah......"

Las puertas de la mansión se abrieron.

Y un carruaje que portaba el escudo de Brutein entró en la propiedad.

Ya que solo habían 2 personas que podían viajar en un carruaje así, Euphemia agarró una bata sencilla para cubrir su camisón blanco y fue a dar la bienvenida a su esposo.

*TAP-TAP.*

El primer piso de la mansión.

A decir verdad, Euphemia podía haber esperado a su esposo adentro, pero ella abrió las puertas principales y se adentró en el estacionamiento con el paraguas abierto.

Ya que él le había jurado que sería un buen esposo.

Entonces......Ella también se esforzaría por ser una buena esposa para él.

*Crujido.*

Las puertas del carruaje se abrieron.

Cuando se dio cuenta de eso, Euphemia aceleró el paso para alcanzar a su esposo y protegerlo de la lluvia con su paraguas.

"Bienvenido......de vuelta......"

"Estoy de vuelta."

A pesar de que su tono era tranquilo, Ferzen estaba un poco sorprendido por esta situación.

No es que estuviera sorprendido por el comportamiento de su esposa, sino porque el olor de Yuriel estaba profundamente arraigado en su ropa, y Ferzen no tenía ninguna intención de permitir que Euphemia lo percibiera.

"¿Te vas a quedar ahí de pie?"

Euphemia refunfuñó, todavía sosteniendo el paraguas para igualar la altura de Ferzen.

Esta escena hizo que Ferzen pensase en una manera de salir airoso de esta situación.

Pero él no podía usar un paraguas diferente para sí mismo sin ofender a Euphemia......

"Ven conmigo."

Cogiendo el paraguas de los cansados brazos de ella, Ferzen le puso la mano en la cintura y la sujetó sobre ella, guiándola hacia el jardín de flores.

"¿Vamos a ir por la parte de atrás?"

"Sí."

Él sabía que el jardín tendría un fuerte olor a tierra, mezclado con la fragancia de las flores, lo que ayudaría a camuflar el olor de Yuriel que había en él.

Euphemia, por el contrario, no estaba consciente de sus intenciones y simplemente pensó que él quería caminar con ella.

Ah......

Sin embargo, los pensamientos de Euphemia se vieron interrumpidos cuando notó que los hombros de Ferzen se mojaban por la lluvia.

¿El paraguas es demasiado pequeño para los dos?

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora