capitulo 4

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"¿Está segura de que no necesita que la ayude, mi Señora?".

Al oír las palabras de las criadas que Ferzen había traído con Sebastián, Euphemia asintió y las dejó irse mientras se sumergía en el agua tibia de su bañera.

"¡Ah...!"

Ni bien intentó moverse, un dolor punzante la invadió por dentro, y Euphemia frunció el ceño por reflejo mientras se llevaba la mano a la cintura.

"... ... "

Después de todo lo que pasó, no me dio tiempo a revisar mi cuerpo, pero al mirarlo ahora, puedo ver las huellas de la acción amorosa de anoche en cada rincón de mi ser.

Como si tratara de borrar las marcas de su cuerpo, se sobó la piel con las manos con tanta fuerza que se la dejó roja e inflamada, pero al final, lo único que quedó fue el dolor punzante.

*Salpicadura*

Ella sabía que ser obstinada sólo haría que se sintiera más miserable, así que al final, Euphemia bajó las manos, terminó su baño, y caminó por los alrededores de la finca.

"... ... "

Las paredes, que habían estado mucho tiempo olvidadas por falta de fondos, ahora estaban siendo reconstruidas o reparadas.

El almacén que antes estaba vacío ahora estaba lleno de víveres, y había gente haciendo cola para recibir comida gratis desde primera hora de la mañana.

Al cruzarse con la mirada de Euphemia, algunos bajaron rápidamente sus cabezas como si estuvieran avergonzados con ella; al ver esto, Euphemia pensó que no debería estar aquí, así que se marchó en silencio antes de llamar más la atención.

*Crujido.*

*Crujido.*

*Crujido.*

Es como aquel hombre - dijo Ferzen Von Schweig Brutein, dejando de lado mis sentimientos personales, que esto era lo mejor que le podía pasar a esta tierra.

Cosas que antes no podíamos conseguir por mucho que lo intentáramos ahora se conseguían con tanta facilidad...

¿Pero para qué?

Euphemia echaba de menos aquellos tiempos.

Cómo era todo un par de meses atrás.

'Todavía podía recordar los momentos que pasé con Ciel....'

¿Será porque estoy tan acostumbrada a depender de los demás, que ahora que me encuentro sola, me siento desamparada?

'Espero que estés a salvo... ....'

Aquel día huyó montando el único caballo que nos quedaba en la finca, y si sobrevivió, debió de vender el caballo por algo de dinero para poder asentarse en un lugar tranquilo..

No me arrepiento en lo más mínimo.

Es lo menos que podía hacer por un hombre que fue un Honorable Caballero que, por breve que fuera, siempre me sirvió y me siguió como si yo fuera su Señora.

Es más, cuando vi a Ciel, que se iba alejando poco a poco, estuve a punto de extenderle mi mano con la idea de que escapáramos juntos.

Sin embargo, creyendo que él podría sobrevivir mejor sólo sin que yo fuera una carga, bajé mi mano antes de que pudiera detenerlo y vi cómo mi Caballero desaparecía silenciosamente frente a mis ojos.

Desde luego, ahora, esos pensamientos carecen de sentido.

Debido a que los hechos pesaban más que mis sentimientos.

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora