capitulo 80

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Al día siguiente, Ferzen y Euphemia se dirigieron a la Academia Imperial y allí fueron recibidos por innumerables personas.

Hasta aquellos que normalmente nunca se acercarían a Ferzen ahora intentaban ganarse su favor.

El motivo de este cambio en su comportamiento era simple.

Ferzen era ahora un Brujo de clase Apollyon que había accedido al tercer piso del Inframundo y había conseguido hacer un trato con un monstruo de ese piso.

Al margen de los conocimientos de cada familia aristocrática, todos sabían que en el tercer piso había un monstruo capaz de curar cualquier enfermedad o lesión, aunque a un precio muy alto.

Pero aun excluyendo los traumatismos o defectos físicos.

El monstruo también era capaz de curar algo que la medicina de este mundo no podía......

El cáncer.

El ser que habita en el tercer piso del inframundo también era capaz de curar a una persona del cáncer.

Y no es que el monstruo "curara" el cáncer propiamente dicho, sino que era capaz de extirpar todas las partes que lo padecían y hacer que volvieran a regenerarse.

"Que molesto...... "

Sin embargo, Ferzen se negó a hablar con quien sea.

Porque él quería incrementar su valor.

Después de todo, una mercancía rara era costosa......

'Y si en el futuro me viera en la necesidad de algo......'

Él podría usar esos buitres para conseguir suficiente capital en poco tiempo.

"Voy a ir al baño un momento."

"Sí".

Euphemia le hizo un gesto con la mano para que se fuera, mientras ella se dedicaba a ordenar los numerosos ramos de flores que le habían regalado.

Pero al ver aquello, Ferzen sólo fue capaz de sentir temor de que su esposa no las colocara en un orden simétrico.

*Crujido.*

Tras abrir la puerta de su despacho, Ferzen se dirigió hacia el baño.

Y justo cuando estaba a punto de entrar en el mismo.

Ferzen vio a Yuriel saliendo del baño de mujeres.

"He oído que te han ascendido a la clase Apollyon. Enhorabuena".

"Sí. Gracias. ¿Saliste de la casa después de que yo me fui? El médico me informó de que nadie abrió la puerta".

"Lo hice."

No había forma de que Yuriel dijera que había estado esperando a que volviera.

Así que mintió descaradamente.

"¿Es así?"

Ya que su curiosidad se había saciado.

Ferzen intentó pasar junto a ella.

Pero Yuriel le agarró la muñeca.

Porque ella pudo ver las débiles marcas de besos en su cuello.

"¿Tienes algo que decirme, Yuriel?"

"......"

Yuriel por un momento se perdió en sus propios pensamientos.

Debido a que ahora que estaba tan cerca de él, sus emociones se estaban convirtiendo en un completo caos.

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora