capitulo 41

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"Toma......"

Nada más entró en la sala de profesores, Euphemia puso distancia rápidamente. Entonces, sacó de su bolsa de mano una carta y se la entregó a Ferzen.

Y como suponía desde antes que probablemente no era algo urgente, el contenido de esta carta era principalmente referente a cómo me encontraba.

"La...... razón por la que has venido hasta aquí después de mi jornada laboral con esta carta es porque querías visitar la academia...".

"No hay nada malo en echar un vistazo al lugar en el que voy a trabajar".

"De cualquier forma, trabajarás empezando desde la última semana del mes".

"¿No es eso la próxima semana?"

Cuando Eufemia preguntó eso, Ferzen estiró su mano hacia ella y le acarició suavemente el vientre.

"No deberías malinterpretar cuáles son tus prioridades".

" Ah, no......"

¿Qué cree que está haciendo?

"¿O es que acaso te estabas aburriendo a solas porque no dejabas de recordar lo sucedido en el dormitorio? Si eso es lo que deseas, te complaceré. No pasa nada de todos modos, ya que muy poca gente viene aquí a esta hora. Es curiosamente un lugar muy íntimo. Así que, Euphemia".

"No es eso......"

Mientras bajaba mi mano y le subía la falda, Euphemia sacudió fuertemente su cabeza mientras yo seguía acariciando su muslo.

"Si sigues susurrando, no podré oírte".

"......"

Resulta absurdo que siga fingiendo ignorancia, sabiendo que en este tipo de situaciones yo sólo le respondería con un "No"....

Como sus manos provocadoras se volvían cada vez más descaradas, Eufemia abrió su boca con una expresión avergonzada.

"............... No quiero..."

"No te oigo".

No obstante, al oír que su tono era débil, aquello no se transmitió correctamente. Ferzen inmediatamente levantó su mano, que estaba acariciando su muslo hasta llegar a su cintura.

"¡Hey......!"

La voz de Euphemia se entrecortó por el asombro.

Se mordió con fuerza sus labios y agarró la corbata de Ferzen, obligándole a bajar sus ojos y a que sus miradas se encontraran.

Sin embargo, no pudo mantener la presión cuando los ojos carmesí de Ferzen la miraron fijamente. Su cuerpo, ahora domado, se contrajo por reflejo.

Aún así, Euphemia reunió un poco de coraje...

"Tus semillas... las voy a recibir...... cuando regresemos a casa......"


Ella soltó esas palabras obscenas.

"¡E-Entonces deja de hacer esto......! ¡Es s-suficiente!"

Aunque haber pronunciado esas palabras equivalía a tirar por la borda su pudor,Ferzen agarró los cordones de sus bragas y tiró de ellas hacia abajo mientras Euphemia intentaba girar su cuerpo apresuradamente.

Entonces Ferzen retiró su mano y le acarició el cabello desordenado.

"Lo has hecho bien".

"...... "

En aquel momento, Euphemia, que creía que sólo estaba jugando hasta este momento para disfrutar de sus reacciones, se preguntó si debía hacer como que le pisaba el pie por error. Sin embargo, tras un momento de seria consideración, desistió.

El villano que robó a las heroínasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora