— Llamaré a urgencias. — habló una Kate bastante alterada.
— ¡No! — reaccionó una Yelena igualmente alterada.
Los bizcochos, rellenos y coberturas habían quedado olvidados. Yelena tenía la mano envuelta en una servilleta de papel que rapidamente se estaba tornando en rojo, su delantal estaba ligeramente teñido a la altura de su abdomen pero no tanto como para llamar la atención de todos los demás, quienes se encontraban en su propio mundo cocinando sus propios pasteles.
La negativa casi inmediata de la rubia le dejó en claro a Kate que no había lugar a discusión, pero debían hacer algo. Tenía un corte bastante profundo en el lateral de la mano y debía ser curado, o al menos detener el sangrado.
— Pero necesitas asistencia.
— El centro médico de la universidad es una basura, no iré allí. — dijo molesta en lo que se quitaba el delantal con su mano sana.
— Bueno, pero tienes que ir con alguien que te cure.
— Kate Bishop, no te metas. ¿Si? Me las arreglaré yo. — tomó sus cosas. — Termina esto si quieres, o no, ya no me importa. — sentenció antes de salir mientras murmuraba algo en otro idioma, Kate supuso que era ruso basándose en lo que le dijo Nat.
La pelinegra se quedó inmovil por unos segundos, primero pensó en que podría llevarla a su habitación y curarla, pero ese mismo día Wanda había acabado todos los insumos de su botiquín para curar su brazo. Luego recordó que hay otro botiquín al que puede tener acceso.
Miró alrededor en busca de algo que le ayudase a llegar a él, en la zona de refrigeradores vio unos cuantos imanes que sostenían horarios. Bingo. Fue hasta allí y, luego de probar cada uno de ellos, tomó los dos que tenían mas fuerza de atracción y salió corriendo de la cocina.
Encontró a Yelena a unos cuantos metros de la salida, ya con su abrigo y mochila puestos mientras batallaba por cubrir su mano con algun tipo de tela.
— Ven. — tomó su brazo y la arrastró con ella.
— ¿Qué haces? — soltó el agarre de la arquera. — Nos van a reprobar si no-
— Ya hablé con el profesor, lo recuperaremos después. — era mentira, pero se encargaría de eso una vez que Yelena dejara de sangrar.
— Te dije que puedo arreglarmelas sola, Kate Bishop. Y no iré a urgencias. — se detuvo bruscamente.
— No iremos a urgencias. Y me siento responsable, asi que dejame ayudarte.
— ¿Tal vez porque eres la responsable?
— Y por eso dejame ayudarte, te curaré. — insistió tomando nuevamente su brazo.
— Sueltame. — dijo en tono de advertencia aunque cediendo y caminando junto a ella, a lo que la pelinegra concedió. — ¿A dónde me llevas? — preguntó desconfiada.
— Ya verás.
Realmente no se sentía para nada cómoda dejando que Kate la llevara a quién sabe dónde, para hacer quién sabe qué, y de verdad habría ofrecido más resistencia si el hormigueo en su mano no la estuviera asustando tanto. Aunque le insistió a la arquera que ella se las arreglaría sola, eso era una mentira, no tenía idea de como hacerlo y tampoco quería tener que explicarle a Natasha que es lo que pasó.
— Llegamos. — luego de caminar a paso ligero por un par de minutos, llegaron al gimnasio. — Por aquí. — Kate llamó mientras rodeaba el lugar.
— La puerta esta del otro lado, Kate Bishop.
— La puerta necesita una llave.
— Creí que los capitanes de equipos eran guardianes de las llaves.
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Agridulce || Katelena/Bishova
Fanfiction-Haters to Lovers- Kate Bishop destruyó un campanario, lo que la dejó fuera del equipo de arquería por seis meses. Ahora necesita utilizar ese tiempo en algo más para ganar los créditos necesarios a forma de castigo. Un taller de cocina parece ser l...