Agridulce || Katelena/Bishova

Capítulo 17

— Gracias por venir. — una débil sonrisa se dibujo en el rostro de la pelinegra. — Me sorprende que hayas tomado la llamada.

— Tal vez era una emergencia y yo no iba a cargar con la culpa si algo te pasaba.

Era totalmente mentira, por supuesto. Wanda había visto a Kate perfectamente un minuto antes de que esta la llamara, pero la curiosidad la mataba y, ademas, no puede estar molesta con su amiga por tanto tiempo. Lo que no quita que no se lo hará dificil.

— Y dijiste que lo era. ¿Que hacemos aqui?¿Estas bien?

—No lo se, por eso te necesitaba aqui.

La arquera hizo una mueca antes de abrir la puerta e indicarle que pasara. La consulta duró poco mas de 20 minutos, en los que Kate ignoraba preguntas que una molesta Wanda se apresuraba a responder. Unos cuantos gemidos de dolor que no tuvieron mas que una mirada de "te lo dije" por parte de la castaña, terminando en la resignación de la cabizbaja pelinegra.

— El flexor cubital del carpo, que es... — el doctor le pidió la mano a Wanda para su demostración. — Este músculo de aqui. — señaló dicha ubicación en el antebrazo de la chica. — Esta dañado, el accidente lo rasgó, muy ligeramente, pero no esta logrando terminar de curarse. Tu piel ya se cerró, pero el músculo debajo todavia tiene una laceración. Por favor, toma mi muñeca. — pidió a Wanda, la cual concedió. — Ahora extiende tu brazo y presiona. — siguió las instrucciones ante la atenta mirada de la arquera. — ¿Ves como esta parte se tensa? Ahí esta tu daño, y eso sucede cuando apuntas con tu arco. Lo cual, no solo es doloroso, que comprendo que por eso viniste, te debes haber dado cuenta de eso tú sola. Sino que si lo sigues esforzando, esa herida no se cerrará, es más, corres el riesgo de que se extienda.

Cuando por fin finalizó con su explicación y le devolvió su mano a Wanda, ambos quedaron en silencio esperando por preguntas de parte de Kate, cuando su compañera de cuarto vio que esta no haría ninguna, se atrevió a hacerlas ella misma.

— ¿En cuánto tiempo podrá volver a entrenar?

— En tanto a las prácticas de arquería, no sabría decirlo con certeza, dependerá de la rapidez con que el músculo se cure. Si sigues las indicaciones al pie de la letra y no esfuerzas el músculo de más, podrías volver en un mes y medio.

— ¿Mes y medio? — preguntó sorprendida, pero en un susurro, casi que para si misma.

— Tal vez antes, pero necesito que seas prudente. El tratamiento es muy simple, puedes seguir con tu vida totalmente normal, solo reducir aquellas tareas que lleven tu brazo al límite. Puedes entrenar en el gimnasio, solo que no extensas sesiones de brazo y tampoco con mucho peso, por supuesto nada de arquería. La crema que ha estado usando Wanda ayuda bastante, puedes aplicarla todas las noches con pequeños masajes. Si somos optimistas, tal vez tu mes y medio se reduzca a un mes. Pero esto no es un juego, Kate. Tus habilidades con el arco no irán a ningún lado, siempre y cuando el músculo se cure completamente, podrás volver a ser la mejor arquera del mundo. — sonrió finalmente.

Kate recordaba haberlo visto en una que otra competencia, para su suerte el doctor era aficionado del deporte. Lo que tambien hacía que la pelinegra lo escuchara con más atención, aunque no grave, la situación era seria y delicada.

— ¿Puedo cocinar? — preguntó de la nada.

— ¿Cocinar? — dijo él confundido.

— ¿Puedo seguir cocinando? — volvió a preguntar, sin intenciones de entregar más información.

— Mientras no amases, ni levantes cosas demasiado pesadas creo que no habría ningún problema, solo ten precaución.

Al término de todas las indicaciones y unos cuantos consejos más. Ambas chicas se despidieron del doctor y comenzaron a caminar hacia su cuarto. Wanda intentó una única vez hablar del tema con Kate, cuando esta no respondió, comprendió que no era momento aun, asi que siguieron su camino en silencio.