Capítulo 7

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- ¡Bishop! - Greer llamó la atención de Kate cuando esta salió de la cocina.

- ¿Que tal fue la práctica? - preguntó mientras se acercaba.

- Aburrida. Ya sabes, Franny y Ted con sus apuestas sobre quien puede pasar la práctica completa sin fallar un tiro.

- ¿Y lo lograron?

- Nop. Sigue siendo tu récord, Bishop. - rió, la pelinegra solo pudo sonreir débilmente, todo esto esta siendo un poco más dificil de lo que pensó. - Y ten tu equipo. - le tendió el arco y el carcaj cargado con algunas flechas de práctica. - Gracias y prometo no volver a olvidar el mío en casa.

- ¿Casa? ¿En la casa de quién? - Kate dijo insinuosamente, no sería la primera ni la última vez que Greer olvidaba algo de su equipo en la casa o cuarto de cualquier persona con la que estuviera saliendo.

- ¿Cómo vas con tu nuevo descubrimiento? - señaló al interior de la cocina. - ¿Aun no quemaste nada?

- Quemar como quemar, casi, pero no. Que pude haber apuñalado o estar a punto de hacerlo, a mi compañera en más de una ocasión, tal vez. Me gustaría decir que por eso me odia, pero creo que hay muchas otras razones por las cuales lo hace.

- Kate Bishop, ven a limpiar tu desastre. Yo no volveré a hacerlo. - Yelena se asomó por la puerta, notablemente enojada, como cada vez que le dirige la palabra.

- ¿Cuándo lo hiciste? - respondió igualmente molesta, y la rusa desapareció nuevamente en la cocina.

- ¿Yelena Belova es tu compañera? - Greer dijo sorprendida, recibiendo una mirada curiosa de Kate, no creyó que fuera a saber quien era Yelena, mucho menos por nombre y apellido, pero solo se limitó a asentir. - ¿Y ya lograste hacer que te odie?

- Ella no es la persona mas agradable del planeta. - rodó los ojos y cruzó los brazos. - No siempre soy yo el problema.

- ¡Kate Bishop!

- Suena a que tendrás un problema si no vas a limpiar. - rió.

Despues de quejarse audiblemente, Kate volvió a la cocina, cruzandose y chocando con Yelena en la puerta. Un día de estos no lo va a soportar más. Al entrar, descubrió que el "desastre" solo eran su libreta y mochila sobre la encimera, el resto de su lugar de trabajo estaba reluciente. Bufó mientras guardaba sus cosas. ¿Acaso el único propósito en la vida de Yelena era molestarla?

Al salir nuevamente, se detuvo sobre sus propios pasos al ver una flecha pasar frente suyo, la siguió con la mirada para ver como chocaba contra un arbol y caía inútil sobre el cesped. Era una de las suyas, con plumas moradas. Antes de que pudiera girarse a ver quien la había arrojado, una brisa acompañada de una cascada rubia pasó junto a ella, para ir en busca de la flecha.

- ¿Qué haces?

- Disparo ¿no es obvio? - respondió mientras apuntaba hacia ella con la flecha, un ojo cerrado.

- Deja eso. - se la quiso quitar pero la rusa fue más rápida. - Son para practicar con el arco, no para arrojarlas con la mano, puedes romperla.

- Entonces deberías ser más cuidadosa con donde dejas tus cosas. Estaba tirada en el suelo cuando salí.

- Si, claro. Devuélvemela. - extendió la mano, cansada.

- Pero ya casi lo logro. - fingió un puchero antes de volver a apuntar y esta vez Kate si pudo agarrar la punta de la flecha.

- Te dije que son para arco, la vas a romper. - tiró de ella pero la rubia no la soltó.

- Entonces muéstrame como se usa. - señaló con su barbilla el arco en los hombros de la más joven.

Agridulce || Katelena/BishovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora