Agridulce || Katelena/Bishova

Capítulo 13

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Nota: Segundo capítulo de flashbacks.
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5 meses atrás 

— ¡Yelena! — el profesor la llamó antes de que pudiera salir de la sala.

— ¿Si? — volvió lentamente sobre sus pasos, ya sabiendo qué es lo que va a escuchar.

— Reprobaste. Otra vez. 

— Si, lo noté en la F que recibí.

— Y es la segunda vez que tomas esta clase.

— Y si sigo sacando F me va a ver por tercera vez.

— No puedo regalarte notas, Yelena.

— No estoy pidiendo que lo haga, ¿para eso quería hablarme? — preguntó molesta.

Ya sabe que debe tener buenas notas, ya sabe que esta es una de las asignaturas que arruina su promedio. Sabe todo eso y le molesta que se lo recuerden. No es como si decidiera hacer mal las cosas, realmente lo intenta pero no le va bien. 

— ¿Has considerado pedir ayuda?

— Si. — no.

—Ten. — le entregó un papel con una lista de nombres. — Estos son los mejores estudiantes que tengo, tal vez puedes pedirle a alguien que te enseñe. Se que las clases extras te serviran tanto para aprobar como por créditos extra. 

— Gracias. — asintió con una mueca y salió lo más rápido posible.

— ¿Charla motivacional otra vez? — Natasha, quien estaba esperandola fuera de la sala, le preguntó divertida.

— Si a una F le llamas motivación. Me dio esto. — le tendió el papel a su hermana quien lo recibió con una sonrisa al leer lo que tenía escrito.

— ¿Lo harás?

— Puede que le pida a... — leyó nuevamente el papel. — María Hill que me ayude. 

— ¡Por favor, Yelena! Tienes la oportunidad de hablarle por fin ¿y no lo vas a hacer?

— No todos queremos conseguir pareja en clases de apoyo, Natalia. — se quejó. — Además, no parece una persona que este dispuesta a dar clases voluntariamente.

— Y tú sabes mucho que clase de persona es ¿no? — se burló, consiguiendo asi un quejido sonoro por parte de su hermana. — Yelena, llevas babeando por esta chica desde el año pasado y ni siquiera haz hablado con ella. Esto ya es patético.

— ¡Yo no babeo por nadie! — dijo exageradamente ofendida. 

— Si, como si el tiro al blanco fuera tan interesante. No te culpo, en serio, pero deberías al menos intentarlo.

— Es tiro con arco. — corrigió rodando los ojos. — ¿Y qué?¿Como tú lo intentas con Wanda? Porque dejame recordarte que la que esta enamorada desde hace más de un año no soy yo.

— Al menos yo le hablo. — encogió los hombros.

— Y avanzaste exactamente lo mismo que yo que nunca lo he hecho. ¿Quien es más patética?

— Tú. — rió. — ¿Quieres apostar?

— Yo se que no le voy a hablar, ¿por qué apostaría cuando se que perderé?

— Entonces hagamos una apuesta inversa. Dijiste que estamos paradas en el mismo lugar, la primera que tenga algo con quien le gusta, pierde.

— Que apuestas raras haces, por eso no me sorprende que Wanda no te de ni la hora.