Una boda sin amor. [ZoroxRobin]

Capítulo 3: Oficialmente Cazados.

Capítulo 3: Oficialmente Cazados.

Nico Robin.

Force una sonrisa ante las cámaras, sentí una mano alrededor de mi cintura, así que subí mi mano a su pecho para mostrar al mundo los anillos que lucían en mi dedo anular fingiendo que acomodaba su corbata.

Nos alejamos de la multitud y entramos al salón en donde estaban festejando la boda, era un gran salón al aire libre con un cúmulo de gente desconocida increíble, alcance a ver a mi mamá entre el público, ella me dio una gran sonrisa, se veía bellísima.

Me acerque a ella y le di un fuerte abrazo, mamá ya sabía todo, era consiente de la situación por lo que estaba encantada de que mi esposo no fuera un hombre grosero, en cambio Zoro era bastante amable conmigo, de hecho durante toda la tarde habíamos conversado y descubrimos qué teníamos bastantes cosas en común, era agradable descubrir qué no era la única en contra del matrimonio.

-Te ves preciosa.-Acomodó un mechón de cabello tras mi oreja.- Hermosa enserio.- Se giró hacia Zoro y le dio una sonrisa amable.- Hola jovencito, supongo que seras bienvenido durante su matrimonio.

-Muchas gracias, prometo ser el mejor esposo falso que su hija pueda tener.- extendió la mano hacia mamá y ella lo ignoró yendo por un abrazo muy fuerte.

-Estoy encantada de tenerte como yerno falso, espero que puedan venir a comer pronto.

-Estaré encantado.- Se separaron y le dio una sonrisa bastante bonita.- Cuando guste puede ir a visitar a su hija, le prometo no interferir.

Mamá le sonrió y después de darme un breve abrazo se alejo hacia la mesa en donde estaba ella, Sanji y mis amigos del trabajo.

Sentí la mano de Zoro presionar con fuerza sobre mi cintura, incluso vi como apretó los dedos alrededor del vaso que llevaba, lo miré un poco curiosa y descubrí a dos personas adultas acercándose hacia nosotros luciendo aburridos con la situación.

Los ojos de la mujer me analizaron con detenimiento, me sentí desnuda por unos segundos, después dio una sonrisa que parecía de burla y se dirigió hacia el hombre.

Ambos con cabellera verde, solamente que más oscura, sus miradas fijas sobre mi con desdén, como si yo fuera un cachorro sucio y pulgoso en la calle que hay que llevar a la perrera para que lo duerman.

-Hijo, veo que ya tienen algo de afinidad.- La voz del hombre me hizo tener escalofríos.- ¿Cuál se supone que es tu nombre?

-Robin.- Mantuve el mentón el alto y extendí la mano hacia ambos, pero ninguno recibió mi saludo, simplemente vieron mi mano.- Un placer conocerlos.

-¿Cuántos años tienes, niña?

-veintidós.- Zoro se adelanto y tomó mi mano, cambiando el vaso de mano para así entrelazar los dedos de la mano qué deje extendida.- Recién termino la universidad.

-Osea que no tienes experiencia laboral.- Una ceja alzada hacia mi con duda era algo que no soportaba.

-Llevo trabajando en la empresa desde los quince años, cuando tuve que hacer servicio social y prácticas  en la preparatoria, a partir de ahí he estado de practicante, hasta que me dieron un puesto de recepcionista, a partir de ahí he crecido por diversos puestos.- Les volví a sonreír.

-Entonces tuviste la necesidad de trabajar desde joven.- Él pareció burlarse con su comentario.- ¿No eras hija de Stone?- Se giró hacia su esposa.- ¿El acuerdo no era con la hija? Pensé que iban a darnos a una jovencita de valor.

M sentí derrotada ahí, papá jamás se había responsabilizado del todo conmigo por lo que jamás tuve lujos y siempre tuve que ver por mi gastos fuertes y los gustos que quisiera darme.