Capítulo 8: Oficina.

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Capítulo 8: Oficina.

Nico Robin.

-¿Vas a ir a la oficina?- la pregunta de mamá me hizo perder el apetito, miré la tostada con aguacate en mi mano y la deje sobre el plato, asentí un poco desganada.- Ya es el tercer día que no viene y...

-Lo sé, mamá.- Suspiré, Zoro había venido toda la semana a buscarme, incluso había mandado a Luffy y a Nami, pero la única persona que yo había accedido a ver, era Sanji.

-Y no es por ser chismoso.- La voz de Sanji me hizo sonreir un poco.- Pero en la oficina ha estado insoportable, es como si lo hubiera poseído el espíritu de un tirano, te juro que no sé como Nami lo ha soportado todo este tiempo, es como si se hubiera transformado en un dictador digno de...

-¿Cómo Hitler?- me atreví a preguntar, recordando que una vez habíamos visto una película de la segunda guerra mundial por que era un tema que le llamaba mucho la atención, Sanji se encogió de hombros.

-No lo sé, pero ha sido horrible, para empezar tu oficina permanece vetada de su vista pero siempre pasa por ahí, creo que tiene la esperanza de verte.- Se sentó frente a mi para desayunar.- Si te sientes lista para ir yo te llevo y me mantengo contigo en todo momento, igual necesitas ir por tus cosas a la casa.

-Si, no quiero tener que verlo.- Bajé mis hombros con decepción, si quería verlo, moría de ganas de verlo y de poder decirle que si lo quería, que yo no quería irme y mucho menos el divorcio.- Iré a bañarme entonces, también quiero ir a firmar la renuncia.

-¿La que?- La voz de Sanji me sorprendió al escucharlo tan confundido.- ¿Vas a renunciar? ¿Por que? ¡Tienes el primer y único puesto de ejecutivo femenino! ¿Vas a dejarlo ir?

-Me lo dio él, no quiero que...

-No tienes por que renunciar a eso, el divorcio te separa de él, pero no de tu trabajo, ¿o si? Puedes continuar con el puesto y...

-No quiero meterlo en más problemas.- Fue mi sentencia antes de dejar definitivamente la tostada en la mesa.- Voy a hacer las cosas bien por él y para que no tenga más problemas por mi culpa.

-Es que no estas actuando bien.- Sanji también se puso de pie, mamá nos miró a ambos, se sentía un poco la tensión en el ambiente, sobretodo por que Sanji jamás me había contradecido.- No me cae bien ese idiota, pero estas haciéndole creer que él hizo mal las cosas al desaparecer de un momento a otro sin explicaciones, ¿No crees? De pronto olvidaste todo rastro de convivencia con él, los medios especulan de todo y el desastre mediático esta alrededor de todos.

-¡Pero todo fue por culpa mía!- Le dije exhaltandome bastante, me sentía totalmente a la defensiva pero muy dispuesta a simplemente dejarme rendir y llorar.- Si no hubiera sido por mi él no hubiera tenido tantos problemas, te apuesto que le hubiera ido mejor con otra esposa falsa.

-No fue culpa tuya, te dejaste ablandar con lo que te dijeron, ¿le preguntaste? ¿Le dijiste lo que había sucedido? ¿Acaso no nos dijiste que sus padres eran unos tiranos qué desde el inicio te habían hecho comentarios despectivos?- Asentí volviendo a sentarme con los ojos repletos de lágrimas y el corazón golpeando mi pecho con violencia.- Tú no eres mala, ¿de acuerdo? Tú eres fantástica y no sé como dejaste de ver eso, ¿necesitas que te lo recuerde?

Se acercó a mi rodeando la mesa, cubrí mis ojos con mis manos por que lo que menos quería era que me vieran llorar.

No tarde en sentir los dedos de Sanji quitar suavemente mis manos de mis ojos, me miró con fijeza.

-Eres increíblemente bella, muy inteligente y sobretodo, eres una mujer muy fuerte que puede con todo lo que le esta sucediendo y más, mucho más, ¿entendiste? Y nunca tienes que dejar de decirte esas cosas, por que no siempre voy a estar para decirlas yo, ¿de acuerdo? En el momento que me case todos mis halagos serán para mi esposa que...

Una boda sin amor. [ZoroxRobin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora