XXXVI.

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Desde el momento en que Khloe llegó a casa de Marina, ésta se puso a pensar en cómo levantarle el ánimo a Khloe y en cómo tener una perfecta situación para pedirle a Kylie que fuera su pareja.

Khloe ayudaba, dando ideas. Mientras que Marina llamaba a su abuela materna. Quien le insultó hasta el alma, ya que Marina tenía tiempo sin contactarse con ella.

La italiana también llamó a Stassie, para preguntarle algunas cosas y para que se quedará con Khloe una vez que la pelirroja se fuera a su cita con Kylie. La pelirroja ya sabía que decirle a la menor de las Jenner para que la perdonará. Sería fácil todo.

Y ciertamente las cosas salieron muy bien. Llevó a Kylie a la playa favorita de ambas, una velada romántica y una canción bastaron para que Kylie aceptará ser novia de la italiana. Quien estaba más que contenta con eso, pero aún así no estaba satisfecha con su preparación y propuesta.

...

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—¿Ky?

—Dime, bebé... —la pelirroja había estacionado frente a la casa de Kylie, justamente a la hora de la cena, había prometido que Kylie tendría su tiempo con su hija y no iba a romper su promesa por egoísmo.

—¿Cuándo crees que sea prudente que el mundo se entere de lo nuestro? —la pelirroja estaba preocupada.

Debía hablar con su manager y con la madre de Kylie para llegar a un acuerdo.

—Creo que dentro de unos meses... O sea, tú ya tienes demasiadas cosas encima, la prensa, tus proyectos, la música y todo eso... No es que no quiera hacerlo ahora y que el mundo se entere que ya no estás disponible, per-

—Lo entiendo, nena. —la italiana la interrumpe, dándole una sonrisa amable a Kylie.

Pero está última la mira algo desconfiada. O sea, no esperaba que las cosas fueran tan fáciles... Pero estamos hablando de Marina. Las cosas con ellas siempre parecían importar menos.

—¿No te molesta que nos tengamos que mantener ocultas por un tiempo?

—¿Por qué me molestaría cuando las personas que me importan saben de lo nuestro? Sky, no me importa lo que opine el mundo, aunque me encantaría presumirte de las miles maneras posibles, también soy feliz con nuestro anonimato, no sé, le da más emoción a la cosa... Además de que es más privado todo. —la italiana hablaba con una tranquilidad que perturbaba seriamente a la menor de las Jenner 's.

Sus antiguos ex-novios siempre hacían un escándalo cuando no podían demostrarle a los demás que eran ellos los que tenían a Kylie en su regazo. Por eso es su desconfianza, no quería que la italiana estuviera enojada con ella y no se lo dijera.

Inseguridades del pasado.

—Cariño... hablo en serio, no me molesta. Además... Creo que es bueno. —Kylie alza una ceja ante eso.

—¿Por qué eso sería bueno? —cruza sus brazos y la italiana la mira con seriedad.

—Porque en dado caso que lo nuestro no funcione... —deja las palabras al aire.

Kylie traga el nudo en su garganta ante las palabras de la pelirroja.

—¿Apenas estamos comenzando y ya estás pensando en cómo vamos a terminar? Que fe nos tienes, si así son tus bendiciones no imagino tus maldiciones. —suelta con amargura y Gaby tiene que recordar no reírse ante las palabras de Kylie.

—No soy pesimista, pero si realista.

—Dime la verdad, ¿en realidad quieres estar en una relación conmigo o solo me lo pediste por la presión que sentiste cuando yo te lo pedí a ti? —los ojos de Kylie estaban cristalizados, pero no, ella era una mujer hecha y derecha, ella no lloraría por cualquier estupidez.

My Only Direction/ Kylie Jenner.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora