XX.

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11 de Febrero del 2021]

8:00 AM.

Regresaba de mi maratón diaria por todo el vecindario. Salía a las 6:00 y volvía a estas horas. La costumbre de estar en constante movimiento no se iría. Además de que una de las cosas por la que me llamó mi tía fue porque no he vuelto a mi rutina. La necesitaba y todos lo sabían.

O al menos ellos lo sabían.

Me gustaba salir a correr tan temprano porque podía ver a algunas personas salir de sus casas para ir a trabajar. También escuchaba los pajaros cantar y el olor a café recién hecho siempre me motivaba aún más. Además de que el frío era maravilloso y mi cuerpo lo agradecia. Yo también, ya que odiaba estar sudada y yo sudaba a veces demasiado.

Correr me hacía despejar la mente, además de que en lugar de agotarme, me ayudaba a hacer las cosas mejores y a tener más energía. Me enseñaba cosas, como saber cuando alguien me ha estado siguiendo, o que personas me observan. Correr entrenaba mi mente y preparaba a mi cuerpo para cualquier inconveniente que sucediera.

Calme mi respiración y me quite mis tenis antes de entrar a la casa, no quería darles más trabajo a los de limpieza. Mire lo impecable que se veía la casa y lo sola que se escuchaba, camine con tranquilidad por toda la sala hasta llegar al comedor y por ende a la cocina. Una vez allí, espere a que mi cuerpo se relajara un poco más y tome una botella de agua. Me la tome con calma y acaricie mi cuello, cerré los ojos y pensé en mis próximos movimientos...

Sonreí al crear mi día en mi mente. Tire la botella de agua en la basura y luego recogí de nuevo mis tenis para comenzar a subir hasta mi habitación y darme un baño. Aunque me queje de mi soledad, debo admitir que agradecía estos momentos silenciosos en mi casa. Nunca fui de las amantes del ruido y del desastre. Por eso es que mi tía decía que debía pensar severamente antes de tener hijos. Ellos llegan y te cambian la vida, a veces para bien otras veces... no tanto.

Deje mis tenis en el armario y luego quite mi camisa, quedando en top y pantalones de yoga. Camine hasta mi espejo y tome varias fotos, una se la envié a Noah y otra a Stassie, deseándoles buenos días y saludandolas. Me veía jodidamente sexy, dios...

Me desnude y fui hasta el gran baño. Solte mi cabello y me metí a la ducha, primero con agua fría para refrescar mi cuerpo, y luego con agua caliente para relajar mis músculos. Lave mi cabello con shampoo de frutos rojos, amaba esa fragancia, aún más si estaba en mi cabello. Cuando termine de ducharme, salí de la ducha y espere a que se escurriera el agua de mi cuerpo.
Salí y no tome la toalla, solo me mire al espejo y recorrí mi cuerpo con la mirada, mi piel era de un tono porcelana, como la de Madelaine, mis labios se veían más rosados y mi cabello resaltaba maravillosamente. Mis curvas eran definidas, mi cintura un poco estrecha y mi abdomen definido pero no tan exagerado.

Me aleje un poco y me di la vuelta para ver mi trasero, no se por qué, pero me gustaba admirarme de vez en cuando, ver mis atributos. Sin duda uno de los mejores era mi trasero, no era tan grande pero si resaltaba mucho, aún más al ser delgada. Sonreí ampliamente y me di una palmadita antes de acomodarme y salir desnuda hasta ir a mi armario.

Era enorme. Y agradecía que me conocieran tan bien mis empleados como para saber clasificar mi ropa por tipos de prendas, colores y texturas.
Tome unos jeans, un body gris y una chaqueta blanca, además de que tome una pañoleta negra y la puse en mi cabello, una vez que se me secó.

Tome mi celular y ví la hora.

8:36 AM.

Vaya, no tarde tanto como pensé.
Abri el chat y sonreí al ver las respuestas de Stassie y se Noah. Busque el contacto de Khloe y una vez lo encontré le envié un mensaje. Preguntándole si podíamos ir a desayunar, ella, True y yo. Fui a buscar mi reloj y mis colgantes, además de mi brazalete, no podía salir sin él. Cuando volví a ver el celular ya tenía una repuesta de Khloe.

My Only Direction/ Kylie Jenner.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora