My Only Direction/ Kylie Jenner.

XI.

[23 de enero del 2021]

Ya llevamos dos días aquí en la casa de mi padres y todo ha ido de maravilla. Las Kardashians-Jenner parecen disfrutar de un día fuera de camaras. A Kris le gusta estar en la cocina con mi madre, mientras platican de cosas de señoras. La mayoría de las veces Kourt y Kimberly se les unen y cocinan cualquier cosa deliciosa.

Kendall y Koko se la pasan en el jardín, o en la playa. Mientras que Kylie, Stormi, True y yo estamos por los establos o en el invernadero de mi padre. Mamá estaba súper enamorada de la hija de Kylie, creo que ya sospechaba mis intenciones, después de todo una madre siempre lo sabe.

Luego de la conversación en mi habitación y de quedarnos dormidas, las chicas vinieron a despertarnos a Kylie y a mí para cenar. Si, dormimos mucho. Durante la cena las chicas tenían su mirada en nosotras, en todas nuestras interacciones o nuestros movimientos. Sinceramente fue algo incomodo. Pero solo una mirada de Kylie bastó para que dejarán de hacerlo. No hemos tenido grandes interacciones entre nosotras, pero si hemos pasado tiempo juntas. No conversamos acerca de nada relacionado a nosotras, sino de lo maravilloso que es el lugar y lo feliz que se ve Stormi jugando con los puerquitos.

Actualmente no he tenido una conversación con mi madre acerca de mi estadía aquí o sobre lo que hice en Italia. Creo que la chismosa de Madelaine ya le dijo el por qué estoy aquí, porque de no ser así ella estuviera acosandome por respuestas.

Mi padre está muy feliz de compartir su tiempo conmigo, me dijo que mis hermanos no han podido visitarlos por todo lo de la cuarentena y todo eso. Pero que ellos hablan todos los días con mis padres, me alegraba eso. No me gustaba el pensamiento de haber abandonado s mis padres cuando me fui a Italia y mis hermanos también, estando ellos aquí.

En estos momentos me encuentro en el establo, mamá me dió ropa para cabalgar, tenía unos jeans oscuros, y rotos en la base de la rodilla, además de que tenía un top negro y una camisa de cuadros negros y grises, que pertenecía a mi hermano. Mis botas hasta la rodilla y mi sombrero negro.

Tome una de las fustas que habían en el perchero y camine hasta el último cubículo, tenía entendido que mi padre tenía problemas con este caballo ya que era demasiado rebelde y juguetón. Siempre me gustó domar a los animales, según mi tía dice que eso es normal en un Bertinelli, el deseo de dominar a los demás.
Abrí la puerta y de inmediato el caballo castaño comenzó a saltar emocionado.

—Hey, guapo. ¿Estás emocionado? ¿Hace cuánto no te sacan por meterte en problemas? —pregunte divertida.

Mi padre me había dicho que a él le gustaba mucho correr, pero que la última vez no quiso obedecer y luego le robó comida a los demás. Por lo que tuvieron que castigarlo con dos semanas sin salidas a recorrer la playa ni el gran sendero que había. Al parecer eso lo hacía recapacitar sobre su comportamiento.

—Pues adiviva qué, guapo. El día de hoy saldremos a dar una gran vuelta, y te enseñaré a obedecer sin que te sientas obligado. Ya verás que te gustará. —tome la silla y la acomode en su lomo. Él se quedó muy quieto, al parecer sabia cuando portarse mal.

Cuando abrí la puerta para sacarlo, él salió corriendo. Gire los ojos y con rapidez salí corriendo al cubículo de al lado. Saque al otro caballo y tome una cuerda antes tomar impulso y subirme a su lomo.
Le di con la fusta y de inmediato él comenzó a correr detrás del caballo castaño.

—¡¿Gabrielle?! ¡Te dije que él no hace caso!

—¡Me acabo de dar de cuenta! —grite con sarcasmo y papá se rió. —Vamos, muchacho.

Le di y nos acercamos más al caballo, el cual era rápido. Cuando estuve a una distancia prudente, levanté la cuerda en mi mano y comencé a darle vueltas antes de lanzarla con fuerza, en estos momentos agradecía los entrenamientos que me hacía pasar mi tía. Cuando la cuerda estuvo en el cuello de él, de inmediato tire para que frenará, no quiso hacerlo por las buenas, por lo que aumente la velocidad y cuando estuve a la par de él, me acomode lo mejor que pude para no caerme y me lanze contra él. Cuando estuve en su lomo quite la cuerda de su cuello y tire de las correas.