XXII

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Antes de que pudiera tocar, la puerta fue abierta y me sorprendió ver a las responsables de eso. Kim, Khloe, Kendall y Scott estaban frente a mi, Scott de primero y me miraba con seriedad.

—¿Se te ofrece algo?

Frunci el entrecejo confundida.

-Mmm... ¿Vine a buscar a Kylie para ir a nuestra cita? -murmure insegura.

-¿Es inseguridad lo que escucho yo? ¿Acaso es eso, Kenny? -mire a Khloe, quien se hacía la loca mientras miraba a Kendall.

Kendall me miró de arriba abajo y estrechó sus ojos.

—Al parecer lo de ella es puro porte... -murmura despectivamente, abri la boca indignada.

-¿Crees que merezca siquiera la oportunidad de tener una cita con Kylie? -la pregunta de Scott me hace girar los ojos. -¿Acabas de girarme los ojos? Aparte de indecisa, insolente y rebelde. -murmura cuando le saque el dedo de enmedio.

—¿Chicos que hacen en la puerta? —escuche la voz de Kylie a lo lejos y sonrei, pero mi sonrisa se fue en el momento en que Scott me agarró de la chaqueta y me atrajó hacia él con brusquedad.

Iba a empujarlo pero Kim me dió una mirada de muerte.

-De una vez te voy advirtiendo que si solo estás aquí por un momento, y quieres solo pasar un buen rato con Kylie, hables claro de una vez y así te ahorras todo un show por mi parte. Porque escúchame muy bien, no soportaré verla llorar de nuevo solo porque a ti se te dió la gana de abandonarla otra vez, ¿Entendiste? -asenti. -Mas te vale ir en serio y que esto sea por un largo tiempo, porque yo podré ser una mala pareja, pero eso no significa que tenga que permitir que los demás lo sean con las chicas a las que ví crecer. -trague grueso.

-¿Acaso se van a besar o por qué tan cerca? -la voz de Kylie hace que Scott me suelte y dejé salir una risa falsa. Yo rei también y mire a Kylie.

Mierda.

Mala idea. Se veía hermosa, ¿Hermosa? Eso es el colmo, se veía maravillosa, espectacular... Diosa.

-Wow, quiero que alguien me mire como ella. -susurra Kim y salí de mi ensueño cuando el perfume de Kylie llegó a mis fosas nasales.

-Te ves hermosa. -balbucee. Ella rio y besó mi mejilla antes de susurrarme un gracias.

Sin decir nada más me despedí de los demás, quienes parecían tener un grave problema mental, ya que ahora me daban ánimos y me deseaban suerte. Dios, quien los entiende.

Abrí la puerta para que Kylie subiera y ella sonrió al ver el auto.

-Lograste comprarlo... -murmura con nostalgia.

-Siempre cumplo mi palabra. -le dije.

Recordando que una vez cuando estábamos en el colegio le dije que en algún momento me compraria un auto para que ella pudiera salir conmigo. No le gustaba subirse a mi motocicleta, así que la mayoría de las veces teníamos que ir en sus autos.

Subí al auto y baje el techo, me importaba poco si la gente notaba que Kylie Jenner y Gabrielle Bertinelli estaban yendo a una cita. Después de todo en dónde sería la cita ellos no podrían entrar.

-¿Me dirás por qué no recibí al despertar mis regalos? -sonrei y la mire.

-Porque aún no habían terminado al oso. -le confesé. -Ademas de que los otros obsequios aún no estaban listos y no sabía si enviarlo todo de una vez.

-A mis hermanas les obsequiaste más rosas.

-¿Qué? Si te quejas por las rosas, tenía pensado llenarte la casa con rosas, pero eso sería muy cliché, ademas de que Travis ya lo hizo hace dos años. No quería eso. -me queje y ella asintió, acelere y le preste atención al camino. -Y no te preocupes, no solo esos eran tus regalos.

My Only Direction/ Kylie Jenner.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora