My Only Direction/ Kylie Jenner.

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Creo que hablo por todas cuando digo que nos sorprendimos demasiado que al bajar del jet varias camionetas negras nos estuvieran esperando, fueras de estás estaban hombres y mujeres vestidos de negro con apariencia de ser del ejército o incluso mercenários.

—¿Gaby? ¿Quienes son ellos? —sujete con fuerza su mano y ella me sonrió de lado.

—Tranquila, Ky. Trabajan para mí, sabes que nunca permitiria que dañaran a tu familia. -susurra antes de ponerse sus aviadores y soltar mi mano.

De inmediato mis hermanas se pararon a mi lado.

—¿Quienes son?

—Trabajan para ella.

Todas vimos como Gabrielle caminó con esa elegancia digna de la realeza. Su andar me tenía perdida.

—Se te saldrá la baba si sigues viéndole el trasero. —me dijo Kendall y gire los ojos. —Aunque te entiendo, tiene un buen trasero. —la mire mal y ella solo sonrió con inocencia.

Podíamos escuchar como Gabrielle hablaba en italiano con ellos.

—Es bueno verlos de nuevo, chicos. Pero sinceramente en estos momentos no estamos para reencuentros tiernos. Hablare de manera clara, el día de hoy y en lo que resta de la semana ustedes estarán cuidando a las personas más importantes en mi vida, a aquellas chicas. Si algo les pasa, están muertos. No importa qué, ustedes deben velar por la seguridad y comodidad de ellas de igual manera que lo hacen conmigo. ¿Algún problema con eso? —nadie habló. —Cuando hablo con ustedes me gusta que me respondan, después de todo ustedes están aquí para servirme. Repito, ¿Algún problema con lo que les ordeno? -su voz se volvió muy intimidante.

—No señorita Bertinelli. -respondieron todos.

—Muy bien, metan las cosas de cada una a las jepps y asegurense de que todo esté en orden antes de irnos a la casa de mis padres. Alessia. -llamó.

—¿Si?, señorita Bertinelli.

—Durante estos días tu equipo también protegerá a la señorita Kylie Jenner. A donde vaya ella, vas tú. Porque estan confiando en mi para velar por su seguridad. ¿Algún problema con eso?

—No, señorita Bertinelli.

—Bien. Koko, ¿Te irás conmigo o irás con las demás? -de inmediato la voz de la italiana cambió, caminaba hacia nosotras con calma, como si hace unos segundos no hubiera amenazado a muerte a sus guardias si algo nos llegaba a suceder.

—Me iré con las chicas... ¿No crees que es algo exagerado? Estamos en un pueblo en Carolina del norte, no es para tanto.

Pude ver cómo el ceño de ella se fruncia.

—No trajeron a sus guardaespaldas, es mi deber velar por la seguridad de todas. A demás, el hecho de que estemos en un pueblo, no significa que no estemos en peligro. -relame sus labios antes de peinarse de manera sexy. -... ¿Nos vamos? -todas asentimos y sin preguntar me fui con mi hija hacia la primera camioneta.

Subí al asiento de atrás junto a Stormi y espere a las demás. Al parecer está era la camioneta de Gabrielle, porque subió con una sonrisa al auto.

—¿Todo bien? -pregunta una vez que estamos las tres solas.

-Si... ¿No conduciras? -pregunte confundida, sabía lo mucho que ella amaba manejar, no importaba qué.

-No, a mi madre no le gusta que esté frente al volante, piensa que un día de estos tendré un accidente por la manera en que manejo. -se ríe y recuesta su cabeza contra la ventana mientras juega con las manos de Stormi.