Ahora sí, se preguntarán ¿Melissa que haces un sábado en tu casa? Pues este sábado ya lo tengo planeado, y mis planes consisten en no hacer nada.
Caminé hacia la cama, Me han contado que el señor Evan a estado pegado a la Karina esa, me preguntó...¿Será que ya no le gustó? Me miré en el espejo, no estoy para nada mal, pero al parecer al señor Evan no le parezco interesante.
Tocaron el timbre.
¿Quién Será?
Cuando abrí la puerta la cara sonriente de Sonia me dejó en shock, traía una bolsa con comida chatarra, pero al ver mi rostro se quedó en silencio.
La detuve.
–No digas nada.–pedí.
Ella entró y dejó las bolsas en el suelo, y se sentó a mi lado, estuve llorando no voy a mentir, pero es que...¡El señor Evan me tiene mal!
–Melissa, dime qué esto no tiene que ver con Evan.–Como no dije nada, ella obtuvo su respuesta al instante, ví como se levantó molesta–. Lo voy a matar.
–¡No, detente!
Ella se sentó aún molesta. No la culpo yo también lo quiero matar, pero no de la manera en que ella piensa...
«lo quiero matar...a besos, mordiscos y...otras cosas »
Dirigí mi mirada a Sonia que me miraba con una ceja enarcada, yo sonreí inocentemente.
–¿Estabas pensando cosas pervertidas con Evan, no?
–Noooo....¿Cómo tú crees?–Me excusé, ¡Carajo, fui muy evidente!
Ella suspiro.
–Melissa, se que lloraste–Yo solo baje la cara–. Y también se que es por Evan, déjame adivinar, ¿Es por qué lo viste con Karina, no?
Rendida, lo único que hice fue asentir dándole la razón.
–Bueno...soy tu amiga, no voy a dejar que te deprimas.–Me sonrió malvada, y supe que estaba tramando algo, ella se acercó a mi–. ¿Sabes quién va a una fiesta hoy?
–No, ¿Quien?–Pregunté curiosa.
–¡Evan!–yo la mire sin entender.
–¿Y?
Ella parecía querer darme un tortazo, si, lo sé habeces estoy más tapada que un Tupperware, ella pegó su cachete con el mío.
–¡Vamos a ir a allá!–Dictaminó.
Yo me alejé.
–¡Estás loca! ¡No quiero verlo con la tal Karina! ¡No quiero!–Me negué.
Ella tomó mi mano.
–¿Quieres conquistar a Evan?–Asentí dudosa–Pues si realmente lo quieres tienes que parar tu trasero de este sillón y prepararte y ponerte lo más bella posible para está noche.
Lo pensé un momento. Sonia tiene razón, no puedo darle el gusto a la tal Karina de robarme a Evan, ya he tenido suficiente con Jenny y Erika.
Me levanté del sillón decidida, abrace a Sonia.
–Tienes razón. No voy a dejar que Karina me robe a Evan, no está noche.–decidí.
–¡Así se habla!–Animo, y se levantó–. Ahora date un baño que apestas a zorrillo.
Yo me hice la ofendida.
–¿Cómo puedes decirme eso después de esa charla motivacional que me diste?
Ella se cruzó de brazos.
–Palabras son palabras y tú mal olor es un mal olor.–Arrugó la nariz.
Yo me fui al baño, me senté en el suelo de la ducha. Cerré los ojos cuando el agua calló en mi cabello.
«Señor Evan, está noche pienso dejarlo boquiabierto, tanto así... que se olvidará de la tal Karina esa»
No permitire que venga otra más a robarmelo, y estoy segura que Evan siente aunque sea algo chiquito por mí.
Cuando salí del baño, Sonia me esperaba con vestido y un estuche de maquillaje.
«Oh, Evan. Está noche va a hacer calor»
EVAN
me encuentro sentado en mi habitación, preparándome para ir con Karina a la fiesta, llegó así de repente y cambió mis planes, ella siempre lo hace.
A pesar de que estoy muy concentrado en lo que estoy haciendo, aún no puedo evitar en ese momento en que la señorita palm se me acercó con intenciones y no de ser amigos... Debo admitir que ahora mi fuerza de voluntad está por los suelos, pero tengo que evitar caer...
–Oye, pásame la toalla.–Karina pidió desde el baño, y yo se la lance–. ¡Gracias!
Cerré los ojos cuando me senté en la sala, todavía recuerdo ésos labios rosados y esos ojos azules, y ese... cuerpo...y yo realmente no sé que puede pasar si la tocó.
No sé cómo definir lo que siento por la señorita palm...No lo entiendo del todo, pero lo único que si se es que me está excitando mucho, en las Bahamas no dejaba de tener sueños haciéndola mía, pero lo que siento ahora por ella se asemeja más a la lujuria.
–Evi, ya terminé de arreglarme.–Salió Karina del cuarto, la mire se veía muy guapa.–. ¿Que te pasa? ¿Por qué esa cara de almeja?
Yo solo reí.
–Estoy pensando en una chica, que me tiene como un perro en celo.–Ella hizo un gesto con la mano indicándome que siguiera–. Pero no quiero caer en la tentación.
Karina se sentó a mi lado.
–¿Por qué? Si ustedes se gustan no hay nada de malo–me acarició la mejilla, y yo solo sonreí.–. Además es la primera vez que te veo así de necesitado por una chica.
–Ella trabajaba conmigo desde hace años, pero nunca la vi de esa manera.–Recordé ese día–. Ella no era nada bonita, pero igual me gustó así y después de que cada quien se fue de viaje en las vacaciones.–suspiré–. Ella llegó como una diosa de la tentación.
Karina me abrazó.
–¡Ay, Evan! Estás enamorado.–Yo negué–. Tu piensas que no, pero yo creo que esa chica te trae loco.
–No, no estoy enamorado.–Dije seguro, mientras me levantaba del sillón–. Lo que siento por ella es lujuria y nada más.
Mi hermana se levantó del sillón con cara de pena, no entiendo porque insistía en que estaba enamorado, por qué si, no lo voy a negar la señorita palm me atrae sexualmente pero no puedo decir que estoy enamorado así como así, estar enamorado significa amarla y yo todavía no siento eso por ella.
Pero puedo decir que me gusta.
Me gusta mucho.
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¡Cómo conquistar a un hombre!
RomanceMelissa trabaja para Evan Fisher, desde hace más dos años, y en ese tiempo a logrado enamorarse de ese hombre atractivo, ella lo ve como una botella de Pepsi cola en el desierto, y el la ve como si fuera solo su empleada, por qué el aspecto de ella...