capitulo 17

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MELISSA

«¡Esto si que es vida!»

Estoy acostada en una tumbona mientras me dan un masaje es la espalda por qué dicen que estoy muy tensa.

Las chicas están en la piscina bebiendo y yo relajada.

Me preguntó que estará haciendo Evan y me emocionó por qué mañana empezarán mi cambio de look, hay muchas cosas que mejorar, yo le dije a Irina que no era necesario hacerlo temprano pero ella dijo que más rápido se ven los resultados.

Aunque dicen que no es bueno cambiar por los demás,yo no lo hago con el objetivo de impresionar a todos sino a una sola persona, la persona que en estos momentos es más importante que nada pará mi, ¿Cómo pudo el señor Evan Llegar a importarme tanto?, No lo sé, no creo que me importe solo por su cuerpo, sino hay algo en el que me atrae y no es solo su apariencia física.

Mire un poco triste el atardecer, ¿Y si no llega nunca a interesarse en mí? Pues debería aceptarlo, ¿No?.

Me levanté de la tumbona y siento que alguien me empuja y caigo a la piscina causando que el agua le salpique a varias personas.

Cuando alzó mi vista molesta, veo a Sonia silbando cómo un angelito, y yo hago con mi mano una figura de un cuchillo, y ella sale corriendo y yo me salgo de la piscina para buscarla.

–¡Ven acá, que te voy a matar!–ella solo corre y luego la pierdo de vista.

Camino un poco hacia donde veo a Irina, pero ella está hablando con un chico rubio guapo, no tanto como mi Evan, pero es agraciado.

Veo como Irina, juega con su cabello, y una sonrisa pícara se forma en mi rostro, ¿Quién diría que irina tenía su lado coqueto? ¿Y quién es ese chico? Por qué parecen que están hablando y no de ser amigos.

Para no incómodar me voy lentamente hacia la piscina, y veo a Sonia de espaldas sin verme y aprovecho para lanzarla y cae en el agua, pero solo hubo un pequeño problema, que la mujer que empujé no era Sonia.

La mujer salió de la piscina y me gritó muchas cosas pero sólo llegué a entender una parte, por qué me estaba hablando como en otro idioma.

Solo entendí: loca, denuncia y policía.

Rápidamente me disculpé con la señora.

–¡Disculpe, no quise empujarla!–ella alzo una ceja sin creerselo–lo que paso es que una amiga mía me empujó a la piscina y justamente la confundí con usted por qué tienen el mismo traje de baño y son del mismo color y tienen el mismo color de pelo–la mujer me miró entendiendo.

–¡Ya sabía que había alguien con uno igual!–y se marchó y yo solo me lleve la mano al pecho por qué por culpa de la tonta de Sonia me hizo hacer una locura.

De repente siento que me llaman.

–¡Melissa, ven que hoy comenzamos con el entrenamiento!–me grito Rebeca y al lado de ella había un hombre musculoso, creo que iba a ser mi entrenador.

***

Ya en el gimnasio el hombre me miraba de arriba a abajo, y yo estaba más incomoda que cuando se encuentran la oposición y el gobierno.

El hombre asintió.

–Creo, que si puedo ayudarla a mejorar su condición física–hablo dirigiéndose a Rebeca pero sin dejar de mirarme.

–¡Bueno te la dejamos!–rebeca y las demás se fueron dejandome a solas con ese mastodonte.

El hombre se movió y quedó en frente de mí y yo solo quería correr, su cuerpo estaba tan bien formado que hasta tenía miedo de que me diera un abrazo.

–¿E-eh?–yo lo mire confundida cuando dió vueltas a mi alrededor analizandome, ¡Mi trasero de tabla!.

Luego se volvió y habló:

–Mi nombre es don Juan–yo lo mire como si no lo entendiera ¿Don Juan? ¡Jajajaja!, Igualmente lo saludé.

–Mucho gusta, don Juan–casi se me escapa la risa.

–¿Cuál es tu nombre?

–Soy Melissa.

–Bueno Melissa, voy a serte sincero, hay que hacer un milagro contigo–yo lo mire feo.

–¡Gracias, me acabaste de destruir mi autoestima!–dije con dolor mientras.

–Hoy comenzaremos con algo ligero–me llevo hacia unas máquinas de hacer ejercicio.–por lo menos cincuenta abdominales, veinte piernas, veinte segundos en plancha.

Yo lo mire con los ojos casi saliendose de sus cuencas, ¡¿Cómo mierdas voy a hacer eso?!, ¡Lo que tengo que hacer por Evan! ¡Bueno, si no lo hago nada voy a lograr!

–Esta bien.–asenti sería.

–Nos concentraremos en mejorar tu alimentación, quiero mejorar tu condición física lo más que pueda, aumentar la masa muscular, tonificar tus músculos.–Dijo llevando a mi primer ejercicio.

«¡Yo puedo!»

***

«¡Me... duele todo!»

Me encuentro en la habitación de hotel, me duele hasta lo que no me tenía que doler, el profesor "Don Juan" me dijo que los primeros días tendría agallones y que tenía que hacer ejercicio constantemente para que mi cuerpo se acostumbrara pero...¡Mierda, como duele!

Las chicas entraron y yo me intenté parar de la cama pero mis piernas temblaban cómo gelatina en todos mis intentos en ponerme de pie.

–¡Jajajaja!–se rió Julia–¡Mira como quedó!–las chicas la miraron mal y ella se callo.

–¿Cómo te fue en tu primer día?–se acercó irina cómo un hermana.

–¡Me fue horrible!–lloriquee–¡Me duele hasta lo que no debería!–irina me abrazo.

–¿Melissa tú quieres a Evan?–me pregunto Sonia sería.

–Si.–respondi sin dudar.

–¿Melissa quieres que Evan note que eres una mujer?–me preguntó Catalina.

–¡Por supuesto!

–¿Melissa quieres conquistar a Evan?–me pregunto Rebeca.

–¡Si! ¡No tengo dudas!

–¡Entonces... tienes que esforzarte!–yo solo asentí muriendome de el dolor.

Y se fueron.

Yo me acurruque en la cama, mañana me toca arreglar mi rostro y luego ir a hacer ejercicio, ¡De sólo pensarlo ya me tiemblan las piernas!.

Mire por la ventana, la luna está bellísima, desde la habitación de hotel tengo unas vistas fantásticas.

Me preguntó, ¿Que estará haciendo Evan?...    

¡Cómo conquistar a un hombre!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora