Capitulo 28

21 2 0
                                    

EVAN

Dana me sonrió con alegría y me agarró del brazo, yo rodé los ojos con burla, ella siempre era tan cariñosa.

–¿Sabes que eres la prima más fastidiosa que tengo, verdad?–Eso no fue un halago.

–Pues...soy la única que te ayuda a poner celosas a tus conquistas.

Punto para Dana.

Yo la mire con molestia. No me culpen. Le pedí que me ayudara a poner celosa a la señorita palm, pero la Vi con una actitud muy extraña. Y además estaba muy nerviosa. Y estaba comprando bragas...

Mi mente la recordó en ese baño... cuando estuvimos a punto de...

Mi prima agitó una mano en frente mío y yo parpadee.

–Tierra, llamando a Evan.–Se burló–¿En qué tanto pensabas?

Perversiones con mi secretaria.

–En nada.

Se cruzó de brazos enfurruñada.

–¡Pero yo quiero saber!–Hasta que después de un rato puso una expresión pícara–¿Estás pensando en la chica esa que tenía un cuerpazo, no?–Se puso la mano en la frente–¿Malisa? ¿O Elisa?

Suspiré.

–Se llama melissa.

–¡Exacto!–Chasqueó los dedos y luego me miró con emoción–¡Era preciosa! ¡Es muy entendible que te guste, mi primillo!–Dijo con una sonrisa pícara.

Solo suspiré y ella siguió:

–¿Porqué la querías poner celosa?–Preguntó–¿Acaso te ha sido indiferente?

¿La señorita palm indiferente conmigo? Me dieron ganas de reírme. Ella nunca ha sido indiferente conmigo, desde el principio ha sido muy atenta a todos mis movimientos.

–No, claro que no.–Desamarré mi corbata–Simplemente quería ver cómo reaccionaba.

Mi prima me dió un golpe en la cabeza. Y yo me voltee a mirarla molesto.

–¡¿Que te pasa, Dana?!

Ella se cruzó de brazos.

–Te lo mereces por imbécil.–Yo la mire confundido, ella parecía un perro rabioso, realmente no entiendo su reacción–¡¿Eres tonto o te haces?!

–¿De que hablas?–Arrugue la frente.

Ella suspiró.

–Mira, Evan. Si a ti te gusta alguien y lo ves con otra persona, ¿Cómo te sentirías?–Hize una mueca de disgusto, no me gustaba a dónde iba todo esto–Mal, ¿Verdad?

–¿Y? ¿Que tiene que ver eso con la señorita palm?

Ella se pasó la mano por la cara con frustración y me agarró de la mano

–¡Que te sentirías mal! ¡Y peor si la besaste el día anterior y estás con otra al siguiente!–Chilló molesta, yo me quedé en blanco, ella apretó la boca–Dime que no fue lo que hiciste, Evan. Por favor.

Mierda, eso fue exactamente lo que hice. Me quedé callado tal vez el silencio sería mejor que hablar por qué Dana me mataría en pocos segundos. Pero realmente soy un tonto, tal vez por eso era que estaba tan callada.

–Es lo que hice.–Dije finalmente.

–Primo, ¿Que sientes realmente por ella?–Estaba seria–¿Te gusta? ¿La quieres? ¿La amas? O...La deseas.–Lo último lo dijo en afirmación como di fuera la respuesta correcta.

–Me gusta, si así se puede decir.–Recordé lo que hemos pasado juntos–Antes cuando estábamos separados soñaba de manera lujuriosa con ella, pero ahora...–Cerré los ojos –No puedo sacarmela de la cabeza.

Cuando abrí los ojos mi prima tenía una mano en la boca, y unas lágrimas caían por sus ojos. ¿Ahora que le pasa?

–Estas...¡Enamorado!

Negué al instante.

–Estas equivocada, solo la deseo.–Protesté, y lance la corbata hacia el suelo sin querer–Solo siento lujuria y nada más.–O eso creo.

Ella miraba hacia la pared como si está tuviera algún efecto mágico. O algo emocionante. Gire los ojos. No entiendo a las mujeres. Recordé que la cité a la empresa mañana. Una sonrisa apareció en mi rostro. Le tengo preparada una sorpresa, me dejó totalmente incapacitado en aquel baño. Así que le devolveré el favor.

Mi prima dejó de llorar y agarro mi teléfono.

–¡Hey!–Proteste.

–¡Voy a llamar a mi tía!–Cuando mencionó a mi madre le quite el teléfono de las manos.

Ella frunció el seño protestando.

–¿Que te pasa? ¡Dámelo!

Yo negué.

–No le digas nada a mamá, dana. Ella no tiene por qué enterarse de esto–Le pedí desesperado–Ya sabes cómo se pone, y no quiero escándalos.

–Esta bien.–Suspiró–¿Vamos a comer? Tanta emoción me ha dado hambre.

–Vamos.–Concordé.

Eso estuvo cerca. Mi madre Julieta Fisher es una mujer de lo más peligrosa cuando se lo propone. Y la razón por la que no quiero que conozca a la señorita palm es por qué lo nuestro no es algo serio o eso creo. Nunca le he presentado una chica a mamá, ni siquiera a Erika.

Mientras daba hablaba en la cena yo solo me limitaba a asentir. Por qué en mi mente solo aparecía la señorita palm en mi cama con sus cabellos rubios esparcidos por las sábanas, con su piel suave y cremosa expuesta. Para mí. Solo para. Note que mis pensamientos eran tan fuertes que me había excitado sin proponermelo.

Tengo que dejar de pensar así.

Así que preste atención a Dana que hablaba de que sería bueno un baile en la empresa, para así animar a los trabajadores a seguir con el trabajo. No ví que fuera una mala idea, así que le dije que me parecía bien y se emocionó. Luego cuando se acostó a dormir me sentí mal por qué cuando respondí que si a lo del baile, solo me imaginé a la señorita palm desnuda en mi oficina, si soy un pervertido. No me juzguen.

Un mensaje me llegó.

–Brandon: ¡Espero que no te hayas olvidado de mí, evinchi!

–Yo: Tu eres peor que un grano en el culo, por eso es que no te olvido.

–Brandon: ¿Insinuas que estoy en tu culo como un grano?

–Yo: No, sarnoso. ¿Para que me mandas mensajes a esta hora?

–Brandon: Solo para decirte que ya no falta mucho para que nos veamos, hubo un inconveniente en la empresa pero te aseguro que dentro de una semana nos veremos, espera y verás.

–Yo: Si, señor don misterio. Te espero con un bate en la mano.

–Brandon: ¿Un bate para que?

–Yo: Para ver si dejas de molestar mi sueño.

–Brandon: Si eres llorón. Anda dormír. Nos vemos pronto.

–Yo: Adiós, imbécil.

¡Cómo conquistar a un hombre!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora