Capítulo 10

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"Ryan me besó". Era la frase que se me repetía una y otra vez en la cabeza. Desde anoche estoy pensando en cómo lo voy a mirar, qué le voy a decir, cómo se supone que debo actuar. Me siento demasiado rara, con miles de emociones encontradas. A ver, ya sé que solo fue un beso, que somos novios. Pero, es que esto es algo irreal, todo eso del noviazgo no es más que una apuesta en la que terminé perdiendo como una tonta. Pero según él hay algo real en todo esto. "Esto es real Melanie, más de lo que me gustaría admitir" ¿ Se puede saber de qué va? No entiendo nada, no lo entiendo a él. Quizás y solo me estoy haciendo una película mientras él está tan campante porque de seguro para él no es más que un juego. Bueno, es que es más o menos eso.

Mis latidos comenzaron a acelerarse cuando vi su coche estacionado frente a mi casa. Yo ya estaba en el portal esperándolo. Llevaba puestos unos jeans con una blusa morada ceñida al cuerpo que dejaba mis hombros al descubierto, mi cabello suelto, con un gancho de perlas  sencillo a un lado. Me acerqué al auto, y él abrió la puerta desde adentro. Cuando nuestros ojos se encontraron una corriente recorrió todo mi cuerpo. Me miró de arriba a abajo y yo me subí algo avergonzada. Mi respiración estaba entrecortada, mi pulso a mil por hora, creo que hasta las manos me sudaban. No era capaz de decir ni una sola palabra , ni siquiera unos "buenos días" por pura cortesía. Él estaba mirando hacia el frente. Todo era silencio dentro del auto esa mañana. Cuando nos estacionamos en la escuela lo escuché hablar.

- Siento lo de anoche - dijo en voz baja.

Yo lo miré algo confundida. No esperaba que se disculpara.

- ¿Qué?- dije.

- No quería hacerte sentir incómoda -

Me rasqué la garganta.

- Vale, no te preocupes -

No entiendo esa actitud de repente. Él que siempre va de chulito, ahora se comporta de esta manera. Me esperaba todo menos eso.

- La próxima vez te aviso antes de hacerlo - me miró de reojo y esbozó una pequeña sonrisa.

Ya sabía yo, en algún momento tendría que salir ese lado atrevido y de engreído que lo caracteriza.

- ¿Próxima vez?- pregunté enarcando una ceja.

Él sonrió y se bajó del auto. No respondió. Solo dio la vuelta, abrió mi puerta y yo salí. Me tomó de la mano y llegamos al salón. Nuestra conversación en el coche nos retrasó un poco, por lo que cuando llegamos ya había empezado el turno de clases. Estaba el profesor de Química.

- Permiso - dijo Ryan.

Todos voltearon a vernos. Lauren me miraba con una sonrisa dibujada en su rostro.

- El turno empezó hace cinco minutos - dijo el profesor. Se que estarán pensando que es un exagerado por armar tanto drama por solo cinco minutos de retraso y sí, lo es.

- Disculpe, no volverá a ocurrir- dije apenada.

Él asintió con la cabeza y tras decirnos : - adelante - continuó con su clase.
Nos sentamos y atendimos la clase, era nuevo contenido .

Hubo un momento en el que me quedé mirando un ejercicio y fruncí el ceño, pues se me hacía algo complicado. Él miró de reojo mi libreta, la agarró y lo miré extrañada. Vi que escribía algo, y luego me la entregó. Estaba el ejercicio resuelto y una nota debajo que decía : * De nada * y dibujó una carita de guiño. Yo lo miré de reojo seriamente y me volví a centrar. Él estaba sonriendo, como no. Yo negaba con la cabeza.

Pasó la clase de Química y entró la profesora de Literatura ¿Recuerdan la tarea que estábamos haciendo ayer? Pues a la profesora se le antojó que cada uno expusiera lo que había escrito. Nosotros fuimos los últimos ya que estábamos en la última mesa. Primero me tocó a mi.

Excusas para enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora