Capítulo 16

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    Ryan
Tras dejar a Mel en su casa voy a la mía a toda velocidad. Siento como la rabia se me sale por los poros. Me bajo del auto tirando la puerta y acelerando el paso para entrar en casa. Lo primero que veo es a mi madre sentada en el sofá. Ni me molesto en saludar.

- ¿Dónde está? -

Ella nota la incomodidad en mi voz. Cierra la revista que estaba leyendo y se levanta enseguida hasta donde estoy.

- ¿Qué pasa? Baja la voz -

- Te pregunté que dónde está - no puedo frenar el tono áspero que sale de mi garganta.

- ¿Esos son modos de hablarle a tu madre ? - siento que mi incomodidad aumenta al escuchar esa voz. Cuando miro hacia las escaleras ahí está mi padre, si es que así se le puede llamar.

- ¿Se puede saber qué haces ?- ignoro su pregunta de antes- ¿Ahora mandas espías a que me controlen? -

- Tenía que saber qué es lo que te tiene tan distraído en estos días como para que no quieras hacer las cosas que te tocan hacer - la sangre me hierve al notar la serenidad con la que habla , es desquiciante.

- Lo que yo haga no es asunto tuyo. Ya estoy mayorcito y puedo decidir lo que quiero hacer. Y participar en tus chanchullos no forma parte de eso, créeme -

- Recuerda que mis chanchullos son los que te han dado de comer a ti y a tu madre. Mis chanchullos han pagado la vida de niño rico que te das ¿Ahora te quejas? - me dice en un tono de voz bastante elevado.

- Yo no quiero ese dinero. No quiero esa vida. Déjame a mí elegir mi propio camino- veo cómo se forma una sonrisa malévola en sus labios.

- Tu propio camino - ríe sonóramente - a ver , y ¿se puede saber cómo vas a pagarte la universidad y todos los caprichos que te das ?-

- Puedo arreglármelas yo solo - le replico alzando la voz un tono más alto que él.

- Déjate de estupideces Ryan. Yo soy tu padre y quien decide lo que se hace en esta casa. No vas a hacer lo que te dé la gana mocoso - se acerca a mí levantando una mano de manera agresiva .

- Te dije que voy a hacer las cosas por mi cuenta. No quiero tener nada que ver con tu asqueroso negocio - esta vez mi voz sonó más baja , pero firme. Vi que él hizo el ademán de decir algo cuando de repente se detuvo.

- ¿Es ella no? -

- ¿De qué hablas ?-

- La mocosa con la que estás. Es ella la que te tiene distraído y pensando estupideces. Por andar de Romeo has pasado días sin hacer ningún trabajo. Y todo por ella, ¿o me equivoco?-

- No tiene nada que ver - no iba a permitir mezclar a Melanie en este asunto, aún conociendo la clase de alimaña que tengo por padre - Si no quiero seguir haciendo "trabajos" para ti es porque simplemente no me gusta y nunca me ha gustado. Yo no soy un delincuente, no soy como tú -

Bastó esa última frase para que él se acercara a mi a toda velocidad hasta darme una bofetada. Me quedé quieto, en silencio, mi madre soltó un chillido, pero el que se hace llamar mi padre no hizo ni caso. Yo apreté los puños y miré al suelo para contener mi ira.

- Escúchame lo que te voy a decir - no conforme con el golpe, prosiguió a continuar la discusión , o más bien a sentenciar, dando la última palabra sin tener consideración de la opinión de nadie más alrededor-No me importa que tengas novia, es hasta conveniente para cuidar tu imagen y que no levantes sospechas ni te vean como un tipo raro , pero vas a hacer los trabajos que te mande al pie de la letra. Eso es si no quieres que tu querida Julieta sufra las consecuencias -

Excusas para enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora