Ryan
Salí de casa de Melanie a toda prisa ¿Cómo pude pensar, al menos por un momento, que esa cena podría salir bien? Lo cierto es que tenía la esperanza de que no se me hallara vínculo con mi padre. Y es que a ver, se supone que nadie conocería su identidad, él siempre se esconde tras un seudónimo, RH, pero al parecer, para mi infortunio, el padre de Melanie tenía más información. Y para mayor dicha, debe haberme visto en algún momento o indagado, pues mi cara le resultaba conocida. En fin, todo un fracaso. Para una vez, una bendita vez en la vida que tenía algo que valía la pena (excluyendo a mis amigos), mi padre me lo arruina. Si es que mi vida apesta ¿De qué me sirve tener un coche lujoso, todos los gustos que quiera darme a mi disposición? De nada me vale, si no puedo tener una vida normal, si tengo que estar actuando como un delincuente en contra de mi voluntad, si no puedo ser honesto con las personas que quiero, y ni siquiera puedo mantener a mi lado a la primera chica que me gusta en serio. Es como poder tenerlo todo y a la vez no tener nada. Ni siquiera lo que poseo es mío, pues es todo de mi padre, y sé que el día en que logre escabullirme de sus chanchullos, me despojará de todo.
Conduje a toda velocidad hacia mi casa, con pura ira destilando por mis poros. Apenas distinguía la carretera. Aún así llegué bien. Salí del coche enseguida, y al llegar a casa abrí la puerta de un tirón y la cerré de un portazo.
- ¡Ryan! - exlamó mi madre - ¿Qué te sucede? - Si no la conociera me atrevería a pensar que estaba preocupada por mí. Pero a ser honestos de seguro solo le interesaba que no armara un escándalo.
- ¿Dónde está Richard? - grité. De seguro no me iba a reservar todo mi enojo, obviamente lo iba a pagar con él.
- Está en el comedor - dijo en voz sumisa. A pesar de su modo de ser, no me gustaba hacerla sentir mal. Ella era como era, pero la culpa de todas mis desgracias era toda de mi padre.
Avancé hacia el comedor, pero antes mi madre me detuvo.
- Ryan - la miré confundido - procura estar calmado-
Asentí con la cabeza, aunque obviamente no lo estaría. Seguí caminando y mi reacción al ver a Richard no sé cómo definirla exactamente, pues era una mezcla de la ira que ya traía, sorpresa absoluta y confusión, pues a su lado estaba Jayson. Sí, estás leyendo bien, Jayson, el pesado "amigo" de Melanie ¿Qué se supone que hace ese imbécil en mi casa?
- ¿Y este qué hace aquí? - pregunté confundido y lo miré con desprecio, no pude evitarlo, era involuntario, pues era el idiota que le tenía el ojo puesto a mi chica.
- Necesitamos hablar contigo - escuché la voz suave de mi madre, quien puso su mano en mi hombro. No entendía nada de lo que estaba sucediendo.
- ¿Qué sucede? - pregunté.
- Siéntate Ryan - habló mi padre con su tono autoritario característico.
Proseguimos a sentarnos en la mesa. No puedo describir mi nivel de confusión y ansiedad. Me sentía realmente agobiado.
- ¿Me van a explicar ya de qué va esto? - no pude evitar sonar demasiado ansioso, y es que en realidad lo estaba.
- Ryan - habló mi madre en tono calmado - Jayson está aquí porque... es tu hermano -
Espera ¿Quéeee? ¿Qué acabo de escuchar? Esto debe de ser una broma. No puede ser real ¿A qué se debe toda esta estupidez?
- ¿De qué hablas? - miré luego a mi padre - ¿Qué estupidez es esta? -
Vi que respiró profundo para entonces responderme.
- Ryan, cálmate y escucha - lo que más me enojaba era la inexpresión de su rostro, ni se inmutaba en demostrar emoción alguna. No obstante me mantuve en mi lugar, esperando a que continuara- lo que dice tu madre es cierto, Jayson es tu hermano. Es mi hijo... con otra mujer -
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Excusas para enamorarte
Romance¿Quién nunca ha utilizado una excusa? De seguro que muchos de nosotros lo hemos hecho. Así que, ¿Qué más da si la empleamos para enamorarnos, o para enamorar a alguien más?😉 La muerte de su hermano y el divorcio de sus padres hacen que Melanie se v...