Capítulo 12

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Mel
No me puedo creer que lo haya besado ¡Yo!Osea, ¡YO LO BESÉ! Vale, él lo hizo primero, y no solo le correspondí sino que voy de nuevo y lo beso ¿Se puede saber qué me pasa? Esto está yendo demasiado lejos. Lo que supuestamente hay entre nosotros solo es el resultado de una apuesta que perdí. De seguro no es más que un juego para él, con el que se divierte mientras finge que su interés por mi es real. Todo es demasiado confuso.

- Cariño -

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por mi madre llamando a la puerta....

- Pasa mamá - dije mientras me quitaba la almohada que tenía en mi cara. Sí, estaba frustrada.

- ¿No vas a cenar? - me preguntó mientras se sentaba a mi lado en la cama.

- No tengo hambre -

Ella me miró extrañada...

- ¿Qué es lo que pasa Mel? ¿Es ese chico? ¿Te hizo algo malo? -

Si señores, nuestras madres nos conocen demasiado bien, con solo una expresión pueden decifrar nuestros más íntimos secretos. Su tono era de preocupación y a la vez de "si te ha hecho algo lo mato".

- No mamá, no me ha hecho nada malo - me miró extrañada.

- Entonces ¿Qué es lo que sucede? Vamos, confía en mí , soy tu madre ¿Quién te escucharía mejor que yo?-

La verdad es que tenía toda la razón. Aunque normalmente era con mi padre con quien más fácil se me hacía hablar de estas cosas, pero mi madre es una madre maravillosa, la mejor del mundo ¿Por qué no confiaría en ella? Cambié mi postura, pues estaba acostada, y me senté con la almohada en mi regazo.

- Es que ... tengo miedo -

- ¿Miedo de qué? - Ella me miró confundida.

- Es que, estoy sintiendo cosas por él que no quiero sentir - mi madre lucía con mucha más confusión.

- No entiendo ¿No es tu novio? Te recoge todos los días y te lleva a la escuela, salen juntos ¿No se supone que lo hacen porque sienten algo? -

- No es tan así mamá. En realidad es un poco complicado - dije mientras jugaba con la tela de la almohada .

- Pues, explícame. No tengo prisa - sonrió levemente.

- ¿Pero no te enojarás conmigo?-

Pareció dudarlo unos segundos, pero luego cedió.

- Claro que no mi amor -

Respiré hondo ...

- En realidad, el primer día de clases apenas sabía quién era él. Se sentó a mi lado de buenas a primeras dándoselas de chulito - mi madre sonrió al escuchar esa parte - y yo fui bastante odiosa con él, pues porque míralo, tiene pinta del típico ligón engreído. La cuestión es que ese día hicimos una apuesta en la que si yo ganaba él me dejaría en paz, pero si perdía, sería su novia durante todo el curso. Y ya ves, perdí -

Ella se quedó mirándome algo intrigada.

- ¿En qué consistía la apuesta? ¿Puedo preguntar?- pude ver la curiosidad en sus ojos.

- El que sacara más nota en el primer examen ganaba, fue el de Matemáticas. Y ... él ganó -

Ella pareció muy sorprendida.

- ¿En serio te ganó? ¿Él a ti? - abrió los ojos. Pude detectar una sonrisa divertida luchando por salir de sus labios.

- Sí, no me gusta reconocerlo pero es un genio, el muy .... - dejé la frase suspendida mientras mordía mi labio inferior y respiraba pesadamente.

Excusas para enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora