El 1 de octubre de 1989, 43 mujeres dieron a luz pero ninguna de esas mujeres estaba embarazada en ese entonces.
El multimillonario Reginald Hargreeves, soborno a unos padres para adoptar a 8 de esos bebes, por tener habilidades fuera de lo común.
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Me siento mal por esto aunque no tanto ya que el no fue el mejor padre del mundo, también algo nerviosa ya que volveré a mi hogar para su funeral, el lugar que no he visitado en mucho tiempo y lo que significa que volveré a ver a mis hermanos otra vez.
Las cosas entre nosotros han cambiado mucho desde la desaparición de Cinco y la muerte de Ben. Cada uno fue dejando la mansión poco a poco y siguiendo su propio camino, casi no he sabido algo de ellos y a veces me preocupaba, la verdad no se si vendrán, yo incluso dudaba en hacerlo.
Voy en un taxi directo a la academia, yo solo estoy viendo la ventana el cielo un poco oscuro mientras que en mi mente rondan muchos recuerdos de ahí y de mi familia.
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Llego al lugar, le pago al conductor y me bajo mirando la academia, camino hasta estar frente a la puerta, respiro profundo antes de abrir la puerta.
Al entrar, todo se ve como antes; cada decoración, cada mueble, como si nada hubiera cambiado, se ve exactamente como hace años. Me asomo a ver la sala de estar y veo a Grace, mi madre sentada cerca de la chimenea.
Como papá no nos prestaba mucha atención, mamá siempre estaba para nosotros; nos hacía las comidas del día, hacia los caseres de la casa, nos ayudaba en algunos de nuestro problemas, me ayudaba a mi en mis ataques.
A veces suelen darme ataques de ansiedad ya sea por estar triste, estresada o alterada, siento como si me estuviera quedando sin aire y en algún momento dejaría de respirar, aunque ya he podido controlarlo un poco.
Me acerco a ella lentamente mientras su vista está enfocada en el fuego de la chimenea.
- Hola mamá - Le digo y se voltea a verme y se forma una sonrisa en su rostro.
- Hola Judy, querida - Me dice sonriendo y se levanta para abrazarme - Te extrañe mucho.
- También yo - Me separo de ella.
- Mírate, has crecido y te ves realmente bella - Me dice cariñosamente como siempre, sonrió algo tímida.
- Y tu sigues igual de hermosa - Le digo.
- Alguno de tus hermanos debe de estar arriba, ve a buscarlos.
- Gracias, mamá - Digo para después retirarme y dirigirme a las escaleras, tal vez me encuentre a alguien mas.
- ¿Judy? - Oigo una voz arriba de las escaleras y al subir veo a Allison y yo sonrió al verla.
Ella y yo desde que somos niñas, somos como mejores amigas, siempre hablando de moda, de películas o de cualquier otra cosa. Además ella se que tenía sentimientos hacía Luther, yo a veces la molestaba con eso.
- Miren nada más, mi actriz favorita - Le digo mientras me acerco a ella y la abrazo.
