HARGREEVES'S BROTHERS

2. CINCO

Pov Judy:

Nos encontrábamos todos en la sala de estar y se apoderó aquí un silencio incómodo, no sabíamos como romper el hielo. Luther estaba sentado en un sofá al igual que Vanya, Diego y Allison sentados en una silla y Klaus y yo nos estábamos haciendo un trago en el pequeño bar; en estos momentos enserio necesito uno. Luther se levanta de su asiento para romper el silencio.

- Empecemos con esto - Dice - Se me ocurrió hacer una especie de funeral, en el patio en el atardecer. Decir unas palabras, en el lugar favorito de papá.

- ¿Tenia un lugar favorito? - Cuestiona Allison.

- Que yo sepa, su lugar favorito era su oficina - Le digo acercándome a la discusión con mi trago en mano.

- No, era el árbol bajo el roble. Yo siempre me sentaba ahí con el ¿Ustedes no?

- ¿Habrá servicio de comida? ¿Té? ¿Galletas? - Pregunta Klaus acercándose - Los sándwiches de pepino nunca fallan.

- Prefiero un banquete de quesos - Comento.

- ¿Que? No y apaga eso, papá no dejaba fumar aquí - Le dice Luther a Klaus.

- ¿Esa es mi falda? - Pregunta Allison.

- ¿Que? Oh, si esta. La encontré en tu cuarto, es anticuada, lo se pero... me mantiene fresco ahí - Señalándose abajo mientras se sentaba.

- Cállate Klaus - Digo viéndola raro y un poco asqueada.

- Escúchenme - Vuelve a llamar la atención Luther - Quedan cosas importantes que hay que resolver.

- ¿Cómo que? - Pregunta Diego.

- La forma en que murió.

- Y aquí vamos - Susurramos Diego y yo.

- Pero no entiendo, dijeron que fue un infarto - Comenta Vanya.

- Si, según el forense.

- ¿No es el experto? - Comento.

- En teoría.

- ¿En teoría? - Repite Allison.

- Solamente digo que como mínimo algo paso - Dice Luther - La ultima vez que hable con papá, se oía raro.

- ¡Oh, quelle surprise! - Dice Klaus bebiendo su trago.

- ¿Raro cómo? - Pregunta Allison.

- Se oía intranquilo, me dijo que no tenia que confiar en cualquiera - Nos cuenta.

- Luther, era un viejo paranoico que estaba perdiendo la poca razón que le quedaba - Le dice Diego parándose.

- Es cierto, siento que apenas notaba que tenia o éramos sus hijos - Digo bebiendo mi trago y dejo la copa en la mesita al frente.

- No, debió saber que algo iba a pasar - Mira a Klaus - Oye, se que no te gusta hacerlo pero tienes que hablar con papá.

- No puedo llamar a papá al mas allá y decirle "Oye quieres... dejar de jugar tenis con Hitler un momento y atenderme".

- ¿Desde cuando? ¿Es lo tuyo?

- Mi estado mental... no es el adecuado.

- ¿Estas drogado? - Pregunto alzando la ceja.

- ¡Si! ¡Si! - Afirma - ¿Cómo es que ustedes no, escuchando estas tonterías?

- Pues ponte sobrio, es importante - Le ordena Luther - Y también esta el asunto del monóculo - Yo ruedo los ojos.

- ¿A quien le importa el estúpido monóculo? - Cuestiona en lo bajo Diego.

- Exacto, no vale nada - Confirma Luther - El que se lo llevo lo hizo por algo personal. Fue alguien cercano a el, que le tenia rencor - Dice y yo frunzo el seño.