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[PEDIDO POR:] _rau_zi disfrutalo!
[Se supone que Douma iba a estar celoso de Akaza. Pero me olvide de los celos de Douma, Perdón!]
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Sus uñas se clavaron en tu espalda mientras besaba y lamia tu cuello con lujuria, sin pensarlo más arranco tu ropa y te dejo desnuda ante él, tan sumisa como le encantaba tenerte, solo para él. Su boca subió hasta tu cuello para terminar en tu boca y empezar un intenso beso, nada de amor, solo deseo sexual entre ambos.
Sus mano, grandes y suaves comenzaron a recorrer tu cuerpo, pasando de tu vientre hacia tus caderas y sostenerlas con fuerza, una marca roja quedo marcada en tu piel ante la fuerza con la que te sostenía. Pero ese beso no parecía ceder. Al ser demonios ambos, eso que llamaban oxígeno no importaba para ninguno.
- Dios... Te amo~ - Sabias que era mentira, era posesivo y celoso contigo, pero su relación era principalmente sexo duro y nada más, sin sentimientos de promedio, después de todo los demonios no pueden sentir amor, ¿No?
Ambos se separaron del beso y se miraron a los ojos.
- Douma~ Por favor...~ - una de sus manos bajo hasta tus muslos para empezar a masajear y aplastarlo, pero sus dedos traviesos de vez en cuando rozaban con tu mojada intimidad, queriendo que te tocara.
- ¿Si ____? ¿Quieres algo~? - pregunto burlón mientras su mano solo seguía rozando aquella parte. Quería escucharte rogarle y si fuera posible que te arrodillaras y se lo pidieras, que lo halagaras. Era un maldito Narcisista-
- Tócame... por favor tócame...~ - Al ver tu cara completamente roja por la vergüenza soltó una risa, quería ver que otras expresiones podías hacer. El maniaco de ojos arcoíris acato tu orden y te toco un poco, su dedo comenzando a masturbar tu vagina, la cual se mojaba cada vez mas, cada vez que te tocaba de esa forma.
Jugo un poco con tu clítoris hasta meter uno de sus dedos, entraba hasta los nudillos y volvía a salir, repitiendo la acción unas veces más, todo hasta que sintió tu mano tocar sus pantalones, ya tenía un bulto desde hace un rato.
- ¿Porque no me quitas la ropa ____-chan? ¿Es injusto que yo solo pueda ver tu cuerpo no? - y tal como lo dijo al poco tiempo termino sin pantalones y camisa. Aun con su ropa interior puesta aquel bulto era enorme. - Hazte cargo, chica linda~ -
Sabias que no empezaría a tocarte otra vez hasta que hicieras lo que él quería. Una mamada. Y no te disgustaba.
Juntos caminaron al borde la cama donde Douma se sentó y se sacó la última prenda de ropa. Su miembro salió al fin, era grande y las venas se marcaban alrededor de este. Tus manos tocaron un poco la punta, y al escupir un poco encima de este para que sirviera de lubricante empezaste a masturbarlo con tu mano.
Lo que no cabía entre tu mano lo chupabas y colocabas entre tus pechos, moviéndote de arriba a abajo. Una rusa.
- Que sucia eres~ - se rio al ver como tu otra mano iba a tu vagina para comenzar a acariciar y masturbarte a ti misma. La escena era excitante y no podías quedarte tu sin nada. - Ah~ Sigue así~ -
El rostro de Douma se tornó de color rojizo por la vergüenza de la ocasión. Pero también por lo bien que lo sentía. No se cansaría de esto. Pero de las ultimas veces que lo han hecho sin duda la de ahora es la mejor mamada que les haz dado.
-Mgh~...- Gemiste al empezar a sentir como estabas cerca del orgasmo, comenzabas a tener pequeños espasmos.
Y sin avisar termino entre tu boca y tu pecho, manchando de su liquido blanquecino la parte superior de tu cuerpo. Ante esta escena no duraste mucho más y te corriste en tus dedos, sacándolos apenas te recompusiste del orgasmo.
- ¡Mira que lindo~! - tomo tu rostro entre sus manos para ver como lamias tus labios y tragabas un poco de su semilla. Eso lo complació y te cargo como pudo, tirándote a ti esta vez en la cama. - Mi turno de probarte... apuesto a que eres tan dulce ____-chan -
Agarro tus piernas y las acerco hacia él, su rostro quedando a escasos centímetros de tu empapada vagina, su lengua salió de su boca y dio una lamida, comenzando después a succionar y chupar como una paleta, saboreando tu sabor y lamiendo sus labios de vez en cuando.
- ¡Douma...~! - Gemiste alto al correrte de nuevo y por segunda vez, aun estabas sensible de la ultima la vez, por eso tu espalda se curvo de manera violenta mientras dejabas que Douma siguiera lamiendo hasta no dejar nada.
sus uñas se clavaron en tus muslos hasta sacar sangre, peor la herida se curó apenas unos segundos después.
- Tenía razón~ - araño tus muslos para dejar un rastro de sangre hacia la cama, después, aun cuando ya había lamido tu vagina hizo lo mismo con la sangre que resto en tus muslos. - ¿Te parece si me dejas un espacio en la cama? Aun no acaba. -
