𝑻𝒊𝒆𝒓𝒏𝒐 𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂. 𝐒𝐇𝐈𝐏𝐏 𝐒𝐎𝐑𝐏𝐑𝐄𝐒𝐀.

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El partido contra Haití había terminado. Todos estaban sumamente alegres, festejaban, bailaban, se abrazaban, todos menos...

Oye, Santi, Jaime nos va a invitar a todos a cenar a un restaurante de por aquí. Quiere reconocer el gran esfuerzo que hemos estado haciendo todos en los últimos dos partidos, ¿vienes?— cuestionó Jorge, un joven alfa que también había disputado en la cancha.

Giménez suspiró. A pesar de haber decidido él, un gol victorioso para México, el joven alfa de 22 años, se sentía... algo disperso, todo esto por pensar en...

Wey, te hablo— sacudió Jorge, su mano sobre la cara pensativa y perdida de Santiago.— ¿Vas?.

Ah— regresó a la tierra— sí, sí, sólo... tomo mis cosas.

Wey, deberías verte más feliz. Metiste un golazo— felicitó con alegría Jorge.

Giménez sonrió— gracias. La verdad me hace feliz haberlo hecho.— En realidad, la descendencia de Santiago era Argentina, pero radicaba en el equipo Mexicano, de muy buena manera.

Ambos se echaron a reír al escuchar un grito que más o menos decía "¡METAN A LAINEZ, PUTOS!".

Después asistieron al restaurante, pero Gimenez no podía dejar de pensar en...




Oye— Gimenez se detuvo al oír una voz que él reconocía de inmediato. La de un tierno y bueno omega. Erick Sanchez.— Muy buena esa jugada he, la que nos dió otro gol. Solo quería felicitarte.

Santi giró por completo y sonrió al ver los miniaturos 1.67 de Erick. Un omega cuyo olor era a durazno.

Erick sonrió con alegría al observar por su cuenta, los grandes 1.87 de estatura de Gimenez. Su olor de alfa era a vino... estaba sintiendo embriagado de repente.

Sabes— dijo Gimenez — ¿quieres ir afuera?— preguntó.

Erick giró su vista hasta la gran mesa donde todos hablaban y se reían. Sonrió. Regresó su mirada al olor vino y asintió. Giménez hizo un gesto con su cabeza, y Erick le siguió.

Santi reía a carcajadas junto al omega a quién, le tocaba el hombro, ambos mientras se reían de distintas cosas.— Bueno, pero también te estuve viendo— dijo el alfa.

Sánchez cesó su risa con una sonrisa — ¿sólo a mí o qué?— cuestionó alegre.

Giménez no alejó su mano del hombro de Erick— sí.— Confesó.

Erick alzó su vista hasta Gimenez. Entonces ambos se miraron.

Bueno...— habló primero Sánchez rompiendo el silencio entre ambos— gracias. No sé qué decirte...

Giménez sonrió y bajó lentamente su mano del hombro de Erick, hasta dejar su mano al lado de la mano de Sánchez.— Tampoco tienes que decir nada. No te preocupes.

Nuevamente hubo un silencio... Giménez sintió su mano ser tocada con ligereza por su costado, por el costado de la mano de Sánchez. Pero no se dijeron nada... solo se observaban fijamente.

Pff— dijo Erick — hace frío — ambos soltaron una risita.

Gimenez inmediatamente quitó su sudadera de color tricolor que llevaba— pontela— y la extendió con una sonrisa hasta Sánchez.

Erick sonrió y la tomó. Entonces se colocó la embriagante sudadera olor a vino. Como lo pensó y era de esperarse, le quedaba bastante grande, por la gran diferencia de estatura y tamaño de ambos.— Gracias. Además de ser un buen jugador, eres un buen alfa.

¿Lo soy?— preguntó Gimenez. Se sentó un poco más cerca de Erick. Ahora los costados de sus cuerpos estaban pegados uno al otro.— Erick, ¿alguna vez has tenido una cita con un alfa?.

Este asintió con nerviosismo.

Me refiero a un alfa... no a una alfa— completó Gimenez.

Erick alzó su vista al rostro claro de Santiago. Tragó saliva y miró el  rostro de este, en forma... triangular. De sus ojos a sus labios y de regreso.— ¿Me vas a invitar?— cuestionó casi en un susurro.

Giménez no apartó su vista de los ojos del omega cuyo olor se había mezclado con el suyo, simulando para sus suspiros el mismísimo cielo. Imaginar aquel olor floral de ese tierno omega, combinado con el suyo... su alfa se estaba impacientando por la lejanía de ambos.

Sí, lo estoy haciendo, o bueno, voy a hacerlo, ¿quieres salir conmigo?— cuestionó al fin Gimenez.

Erick sonrió. La distancia entre ambos se estaba acortando más — Santi...— habló Sánchez — no puedo...

Giménez se confundió — ¿no puedes?— alzó una de sus cejas, y preguntó con calma.

Erick sonrió de orilla a orilla— no puedo creer que tú, tan callado y mamón me estés pidiendo esto— y soltó una risita — sí quiero.

Giménez también rió — ¿mamón?— dijo entre risas.

Bueno— comenzó a explicar Erick— me refiero a cuestiones... amorosas. Todos sabemos que eres el "no me gustas 3000".

¿Dije que me gustabas?— Irrumpió Santi...

Erick dejó de sonreír de inmediato, bajó su mirada avergonzados — no, perdón.— Una sensación de incomodidad lo recorrió por completo.

Gimenez sonrió — que estúpido soy. Olvidé decirte esa parte...— tomó con delicadeza el rostro de Erick, este alzó su vista nuevamente conforme Gimenez alzaba su mirada.

¿Te estás declarando?— cuestionó Sánchez.

Santi asintió — el "mamón no me gustas 3000" está aceptando que le gustas. En especial tu olor, ahora que se combinó con el mío.

Sánchez volvió a soltar una risita. Se sentía nervioso, era un omega tímido.— ¿A dónde me vas a llevar?— dijo desviando su avergonzada mirada.

La mano de Gimenez no soltó el rostro de Erick, al contrario, solo viajó hasta la pequeña mejilla del omega.— ¿Tú no vas a decirme nada?— cuestionó con una sonrisa.

Erick se sintió más nervioso y tímido — me gusta la comida tradicional Mexicana...— dijo mientras movía su nerviosa mano.

Giménez volvió a reír con suavidad — entonces ahí te llevaré. ¿Te estoy poniendo incómodo?, lo siento.

No— dijo rápidamente Erick— no es eso. Me gusta estar contigo. Solo... debemos regresar, pronto se van a dar cuenta de que no estamos, y seguramente van a querer hacer un brindis— y se levantó.

Giménez alzó su vista, maravillado, hasta Erick.— Claro. Haré lo que me pidas.

Erick rió negando— qué mandilón— bromeó jalando la mejilla de Gimenez con cariño, este sonrió.

Te veré adentro... me llevo tu sudadera— Erick abrazó las mangas que sobresalían de sus manos, hasta su rostro y cubrió un poco este, para respirar el magnífico olor a vino de Gimenez.— Recuedalo, me gusta la comida tradicional Mexicana... y tú.— Después, se retiró nuevamente adentro, con rapidez.

Santi quedó idiotizado, digo, hipnotizado ante la imagen de Erick oliendo su sudadera... y al verlo irse con aquella rapidez por la timidez de sus palabras.

Se levantó con una sonrisa que se escapó entre sus labios con un suspiro. Pensó que ahora sí había metido el mejor gol de su vida, pero al mismo tiempo este había sido contraatacado con más intensidad en su portería, por ese tierno omega.





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Puedo explicar el contexto de este shipp, AJAJAJA, Erick se me hace un omega bien tierno, todo chiquito, y Santi un alfa que puede darle todo lo que quiere a un omega chiquito y tierno como Erick, JAJAJAJAJA, miren así de random nació el Edzano y son mis papás, en fin, el shipp que acabo de crear se va a llamar: aún no tiene nombre porque TheTommo16 lo va a elegir, pero si tienen sugerencias, ponganlas y ahorita vemos cómo le ponemos, JAJAJA. GRACIAS POR LEER.

—Lyn 🍒

𝑂𝑁𝐸 𝑆𝐻𝑂𝑇𝑆. 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔/𝒏𝒐𝒏𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔. 𝑳𝒊𝒈𝒂 𝒎𝒙.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora