𝑂𝑁𝐸 𝑆𝐻𝑂𝑇𝑆. 𝑶𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔/𝒏𝒐𝒏𝒐𝒎𝒆𝒈𝒂𝒗𝒆𝒓𝒔. 𝑳𝒊𝒈𝒂 𝒎𝒙.

𝐶𝐴𝑃𝑅𝐼𝐶𝐻𝑂. 𝑬𝒅𝒛𝒂𝒏𝒐, 𝒅𝒐𝒔.

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¿Quieres beber algo?- preguntó amablemente, el omega. Álvarez había aceptado ir junto a él, hasta su mesa. En el lugar, las luces mantenían todo en color claro, no existía tanta oscuridad. Aquello impacientaba las... la necesidad del alfa.

Esta botella es carísima. - Dijo al ver la bebida en la mesa del omega. La tomó para examinarla.

Hirving rió tomando un trago de esta en una copa. Su pierna estaba cruzada- te comportas como un niño, alfa.- Habló con calma.

Álvarez sonrió y dejó la botella nuevamente en su lugar. Se acomodó en el asiento, al lado del omega, muy al lado de él - y, ¿bien?, ¿qué vamos a hacer?- dijo entusiasmado.

Hirving acercó su rostro al rostro de Edson. Álvarez observó los labios algo humedecidos del omega, ahora existía una mezcla rara pero exquisita entre jazmín y vino, cerca de él.

No impacientes. Yo decidiré qué hacer contigo esta noche- susurró Hirving.

Álvarez se acercó más al rostro de Lozano. Se estaba desesperando por probar y saborear aquellos intrépidos y dominantes labios de Hirving, pero cuando iba a hacelo, una copa fue lo único que pudo besar. Solo vió como Lozano se incorporaba en su asiento y reía con finura.

Edson se emocionó aún más.

Se acomodó en su lugar fingiendo calma. Pronto se sobresaltó un poco al sentir como su pierna era acariciada por debajo de la mesa del lugar, por la traviesa mano de Hirving quién, con su otra mano, bebía de su copa.

Edson observó la mano, la cuál recorría con lentitud pero con la suficiente fuerza, sobre su pierna, acabando cerca de su zona más sensible y erógena que alguien pudiera tocar. Se estremeció y se estiró un poco.

¿Quieres ver por ti mismo las fotos?- preguntó Edson, observando fijamente el rostro de Hirving. Este último ni siquiera le miró.

Parece que tú estás más desesperado que yo- sonrió Hirving - ¿no fuiste tú el que dijiste que era precipitado?.

Sabes bien que es imposible resistirse a ti...- susurró en un jadeo, Edson, al sentir como su miembro era masajeado por encima de su pantalón, por aquella traviesa mano.

Entonces la mano del alfa también se escapó hasta la pierna de Hirving, solo qué...

Lozano apartó rápidamente la mano de Edson de él.- ¿Quién te dió el permiso de tocarme?- esta vez, si giró a ver a Edson. Su rostro nuevamente quedó a centímetros de el rostro del alfa.

¿Por qué me trajiste aquí, entonces?- susurró Alvarez. Estaba muriendo internamente por probar aquellos labios de Hirving.

Lozano sonrió y acarició el cuello de Edson con suavidad, con su otra mano volvió a viajar sobre su entrepierna- pídeme que te lleve a otro lugar. Pídeme que te deje tocarme- susurró sobre sus labios de Edson.