Descendiente De La Fuerza Y Pureza | Xicheng

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Las intensas llamas devoraban con amargura las maderas de Muelle de loto, las residencias y salones. En la ciudad todo era llanto, gritos de clemencia y de espadas cortando la piel humana. Yu ZiYuan apartó la mirada de todo el caus vestido de rojo.

Entonces ella se preguntó: ¿Cómo todo se había vuelto un caus?

No entendía. Sólo sabía que todo se le había escapado de sus manos y que todo era su culpa, pues venían por ella.

Todo había tomado un rumbo tranquilo antes de la desgracia. Por la parte del matrimonio Lan, desde su reconciliación, volvieron a compartir el hanshi. Jiang Cheng se sentia a gusto con el aroma de su Alfa y pudo culminar con la creación de su nido con las túnicas de su esposo que no dudó en dárselo. Empezó a comer más saludable y recibir más energía espiritual de lo recibido. Ante cualquier dolor en su vientre, ya sea mínimo, Lan Xichen lo llevaba con urgencia al médico. Su vientre crecía más al igual que la emoción de ambos padres primerizos.

Cuando Jiang Cheng sentía una patadita departe de su cachorro, emocionado, no dudaba en mostrárselo a Lan Xichen para compartir su emoción. Tener a su lado a Lan Xichen sirvió de mucho, pues si se hubieran mantenido distanciado durante más tiempo, Jiang Cheng ya no hubiera resistido por mucho tiempo. Eso fueron las crudas palabras que el médico dijo.

Lan Xichen, aunque aún se sentía hostil hacia Wei Wuxian, agradecía el atrevimiento de este por enfrentarse a él cada vez que podía, o de lo contrario, no se hubiera dado cuenta de la verdaderas intenciones del Meng Yao. Así que decidió poner una gran distancia entre ellos dos. Ya no le enseñaría más. También debía de decir que agradecía al hermano menor de su querido amigo Nie, pues gracias a él se dio cuenta que si no dejaba de ser ingenuo, Jiang Cheng lo dejaría de elegir para elegir a alguien más, aunque también en el proceso el Omega Nie le hizo beber mucho vinagre en cualquier oportunidad presentada. Cierto, Jiang Cheng y Wei Wuxian se veían bien juntos, pero Jiang Cheng se veía mejor a su lado, con su gran vientre en donde el retoño de su amor y pasión crecía cada vez más.

Lan Xichen se sentía completo cada vez que miraba a su Omega, como cuando se recostaba sobre el nido que creó su amado sólo para ellos dos, bueno, para ellos tres. Siempre le daba mimos, besaba sus labios y lo envolvía con su aroma. Siempre estuvo atento a los deseos repentinos de su Omega. Aunque era algo cansado, nunca se negaba a levantarse a esas altas horas de la noche para ir a la cocina y preparar algún platillo exquisito mientras que su amado cargaba con el peso de una nueva vida.

En pocos meses, todos los jóvenes maestros culminaron con su año de estudio en Recesos de las Nubes y regresaron a sus hogares felices. Aunque Wei Wuxian se mostraba reacio al tener que irse, se vio obligado por las crisis que se estaba presentando. Nie Huaisang y su sirviente prefirieron irse y ser protegidos por su gente.

Cada que se acercaba una conferencia, Lan Xichen no quería dejar a su Omega mucho tiempo a solas, así que pidió a su tío que se encargara de ello. Por seguridad y precaución aumentaron la seguridad pues ya estaban en el último mes del embarazo y los ataques de la secta Wen hacia las sectas pequeñas le traían una mala espina.

Fue una noche sin luna llena, sin ninguna estrella en el cielo cuando lo único que alumbró fue una bengala con el símbolo del Clan Wen, cuando cantidades de grandes barcos se aproximaban a Muelle de Loto por sus aguas, mientras que por el cielo, cultivadores vestidos de rojo alzaban sus arcos.

El líder Jiang no estaba en ese entonces en su secta, estaba en una conferencia con otros clanes. Yu ZiYuan junto con su única araña y sus discípulos dieron un paso hacia adelante para defender su hogar. Sin embargo, sólo bastaron segundos para que miles de flechas con fuego incendieran las casas y edificios. Yu ZiYuan tomó su espada en mano y a Zidian y se enfrentó a la temible pantera negra.