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Hay algo que no es normal en Jingyi, y es que a diferencia de antes, ese día, Jingyi se a comportado como un niño Lan, calmado y silencioso, siguiendo a su aya a donde quiera que esta vaya junto a su amigo de juego, Lan Yuan. La mujer, madre de dos cachorros Alfa, la que se a encargado de cuidar de Jingyi a notado aquel cambio extraño en el infante, y no a evitado ver de más a Jingyi para tratar de descifrar la razón de su cambio, y en todo ese lapso, a visto, a presenciado que cuando alguien tocaba la puerta del aposento, de inmediato, Jingyi iba corriendo a abrir la puerta corrediza para luego olfatear de muy cerca a la persona afuera del aposento y luego mostrarse decepcionado, regresando sobre sus pasos para volver a quedar cerca de Lan Yuan quien también a notado aquel cambio en su amigo.

Pareciera que instintivamente buscaba a alguien.

Se había enterado que en la mañana Lan Wangji había regresado a Gusu, por lo tanto, no sería malo que Jingyi vaya a visitar a su tío, quizás sea a él a quien estuvo buscando y que así, los ánimos del menor mejoren.

Iban rumbo al Jinshi, pues era aquel un lugar en donde podrían encontrar a Lan Wangji luego de un largo y cansado viaje que tuvo el segundo jade, por ello, quizás no fue a visitar a Jingyi, debía de estar tan cansando. A cada lado de la mujer, ambos niños caminaban sosteniéndose de las manos de la Omega madre, quien en todo camino a soltado de su aroma para cuidarlos de cualquier incomodidad, pues a la edad de los dos pequeños, era necesario que estos aún sean estimulados por el aroma de sus padres. Sin embargo, aquella barrera del aroma de la mujer Omega se ve perturbada cuando un aroma diferente llega hasta ellos, subiendo aquellos escalones de piedra que llevan hasta la biblioteca. No pasa mucho cuando Jingyi se zafa de agarre de la mujer para seguir aquel rastro de aroma. La mujer, sin dudarlo, tomó a Lan Yuan en sus brazos y fue detrás de Jingyi.



Jiang Cheng a pensado pasar el tiempo junto a Wangji en la biblioteca, allí, habían tantos recuerdos que le hacían sonreír, además, quería charlar de muchas cosas con Wangji, quien ahora lucía más maduro y alto, más imponente de que alguna fue en su adolescencia.

Nada en Receso de las Nubes a cambiado, igual que aquella mesa baja en la que en su adolescencia utilizaba junto a Wangji. Jiang Cheng guió a Wangji hasta aquella mesa baja, lo hizo sentarse en el largo de la mesa, mientras que él lo hizo en el ancho.

__ Has crecido. __ Fue lo primero que dice Jiang Cheng al mirar con una sonrisa a Wangji.

__ Al igual que tú. __ Agrega Wangji. __ te ves diferente. __ Jiang Cheng ríe ligeramente y con su cabeza niega.

__ Quizás me vea diferente porque llevo el cabello sin sujetar. __ Dicho ello, Jiang Cheng inicia a juntar su cabello el cual sujetó con una mano para luego extenderlo hasta Wangji quien lo mira intrigado. __ ¿Tienes una cinta que me puedas prestar? __ Niega, sin embargo, lleva una mano hasta su cabello y tira de la cinta que sujeta la suya, pero aquella cinta era la misma de la de su frente. Jiang Cheng retrae su mano y la sonrisa en sus labios desaparece.

__ Eres familia, puedes sujetarlo. __ Lan Wangji extiende su mano, insiste, pero Jiang Cheng no parece dispuesto a aceptarlo. Sin embargo, Jiang Cheng lo sujeta, se levanta de su sentar dejando caer su cabello sobre su espalda. Cuando queda detrás de Wangji, Jiang Cheng coloca la cinta en la frente de Wangji sujetándolo firmemente para evitar accidentes.

__ Wangji, para mí también eres mi familia, sin embargo, la familia puede sujetar tu cinta hasta que cumplas cierta edad, luego, aparte de la persona que se vincule a ti como pareja y tus futuros hijos, nadie más puede hacerlo, ellos serán tu nueva familia. Yo no pudo tocarlo, por eso, esto será la primera y la última vez en la que e tocado tu cinta __ Al terminar con su cometido, Jiang Cheng regresa sobre sus pasos para volver a sentarse al lado de la mesa. __ ¿Lo entiendes? __ Wangji asiente como un niño que a recibido una gran lección. Admite que se dejó llevar por la felicidad y la emoción, y a pesar de lo que hizo fue incorrecto, no puede evitar ver a Jiang Cheng como un lugar seguro, un lugar que alguna vez llegó a sentir al lado de su madre, por ello, la confianza de que Jiang Cheng pueda tocar su cinta: y que, con ver feliz a su cuñado, estaba dispuesto a hacer de todo. Ya habían pasado por mucho. __ Y mi vida, está vinculada con la de tu hermano.

Descendiente De La Fuerza Y Pureza | XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora