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Las llaves chocaron entre ellas cuando la puerta de una celda estaba siendo abierta. El guardia que traía a Jiang Cheng sujeto de su brazo lo empujó al interior. Las piernas de Jiang Cheng eran como las gelatinas, a penas pudo resistir su peso, en consecuencia, cayó sobre el duro suelo de su celda. No tuvo valor para levantarse. Desde el suelo miró como el guardia cerraba la puerta y se marchaba en compañía de su compañero.

Sus labios partidos y pálidos, sus ojos opacos, su cabello hecho un desastre, su cuerpo tan débil. Sólo una noche bastó para que Jiang Cheng luzca tan lamentable, con la vida perdida en su mirada triste. Con ayuda de sus débiles brazos intentó levantarse. Su cuerpo no responde del todo, así que se arrastra hasta la cama de paja a un lado de la pared. De sus labios temblorosos salieron quejidos lamentables. Intentó sentarse, sin embargo, su parte baja ardía punsantemente. Desea borrar los recuerdos de la noche anterior, pero los recuerdos arremeten. En consecuencia, Jiang Cheng llora. Trata de hacerlo en silencio, pero su dolor tanto física y mental era tan grande que sus simples quejidos pasaron a gritos que desgarraban su garganta. No le importa si otros prisiones lo oyen, solo quiere olvidar con llorar porque al final...

...Lan Xichen nunca llegó a su rescate.

Se odia por ser tan débil, siente asco de su cuerpo. Quiere borrar las marcas dejadas por Wen Xu, pero no lo logra aún si sus uñas se clavan en su piel desgarrando cada parte marcada de su cuerpo. Quiere un baño que se le fue negado, quiere limpiar su cuerpo mancillado cruelmente. Su cabeza duele tanto que siente desmayarse. Solo una túnica cubría su desnudez y su dignidad pérdida. Quiere ocultarse entre las sombras y no ser encontrado para que no vean lo cuan destrozado estaba. Su parte baja sangra manchando la túnica blanca. Wen Xu había sido tan duro y cruel en cada momento, nunca fue misericordioso con él, lo único que puede recordar de él era su sonrisa sádica y sus vulgares palabras mientras que mancillaba su cuerpo con total gozo. No pudo apartarlo ni mucho menos impedir que lo violara.

Lo odia.

Quiere huir de sus garras, quiere volver a ser libre, quiere desaparecer.

Escucha la puerta de su celda ser abierta. Su cuerpo tiembla de miedo y en su mente sólo dice:

Ya no más...

Se encoje, oculta su rostro entre sus rodillas. Desea morir para ya no sufrir tal tormento. Su cuerpo se sobresalta cuando una mano se posa sobre su hombro. Su única reacción es alejarlo de inmediato y gritar:

__ ¡Aléjate!

Sus llanto incrementa del miedo aún si trata de aparentar ser fuerte y amenazante. Ahí, sorprendida y sin palabras en su boca estaba Wen Qing. Ve su mirada de lastima. Odia ver esa mirada, sólo le recuerda a la mirada de su padre.

__ WanYin... __ Ella llama y Jiang Cheng gruñe atemorizado.

Jiang Cheng sabe que no es necesario mostrarse tan arisco frente a Wen Qing, sin embargo, no puede evitarlo. Ella es una Alfa, un Wen, prima de Wen Xu. Simplemente no puede evitar mirarla con odio.

__ ¡Vete!

__ WanYin, cálmate. __ Wen Qing intenta acercarse y Jiang Cheng trata de hacerse más pequeño. Ella entiende que Jiang Cheng sólo tiene miedo. Se detiene. __ Está bien... no te haré daño. __ Alza sus brazos buscando tranquilizar al Omega. __ Mira ahí. __ La Alfa apunta al suelo donde había una bandeja con medicina y comida. __ Debo de curar tus heridas para que no se infecten, pero necesito de tu colaboración.

Descendiente De La Fuerza Y Pureza | XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora