Capítulo 10

772 79 3
                                    

Cap.10: “Desesperados”

≫────°❅•❀•❅°────≪

KLOÉ

Claro, con decirle al Alfa que Me quiero ir a casa como arte de magia ¿Iría a aceptar?

— No debiste hablarle así.— reprocha Ethan mientras juega con mi almohada.

Mi primo me hacía compañía, ya que no le tocaba guardia hoy. Según me dijo, Emmett no está en el Palacio, así que se ha pasado ratos hablando conmigo y enseñándome un poco más de este mundo.

Y no digo que disfrute de su compañía, sinceramente es molesto y un idiota con uniforme. Lo único que sabe es defenderlo.

— Vete al diablo tú también.— le arrebato la almohada y el mismo arruga las cejas.

— ¡Uy qué carácter! No recuerdo que hayas sido tan enojona.

— Tampoco recuerdo que tuvieras cuatro patas, Ethan.— ruedo los ojos y me dirijo lejos de mi cama al espejo.

En él observo mi rostro y mi cuerpo. Paso mis dedos entre mi cabello desajustado y suspiro en derrota, de poderlo arreglar.

— Kloé, si quieres sobrevivir a este lugar, será mejor que empieces a poner de tu parte. Sé que Emmett no es fácil, pero ustedes se entenderán.— niego con la cabeza escuchándolo — Son amantes.

— Él no es nada mío.

— Mientras lo sigas negando, más vas a desear estar a su lado, Luna.— hace énfasis en el sobrenombre que me han puesto todos y lo miro de reojo.

— ¿Tú qué sabes?

— El amor es más complicado entre un Lobo y un humano, pero es igual de intenso. Y mereces vivirlo.

Vivirlo. Yo quería, pero no así.

— ¿Sabes qué? Vete de mi habitación.

— ¿Qué?

— Lo que escuchaste Ethan. Márchate.

El mismo bufa y se levanta de mi cama, camina lentamente hacia la puerta y la cierra con la llave dejándome encerrada. Otra vez.

¡Maldición!

Han pasado tres días y no me ha dado la cara. Más bien, me encerró en su habitación desde aquel momento tan vergonzoso que pasé frente a medio Palacio.

Dolores se ha estado encargando de mi herida  con esas hierbas medicinales, que desprenden un hedor repugnante.

Veía las horas pasar por aquel balcón, gracias a la Diosa por darme una habitación cinco estrellas al menos. Estoy realmente aburrida, no tengo nada con qué entretenerme. Si no fuese por Ethan y Gabby que vienen de vez en cuando, estuviera consumida por estas cuatro paredes.

— ¿L-luna?— esa voz temblorosa.

No puede ser.

Me volteo y estaba la puerta medio abierta, y Alfred asomado con una expresión de vergüenza.

POR LA LUNA, SERÁS MÍA © | Completa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora