Capítulo 35

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Cp.35: “¡Hermano!”

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EMMETT

El destino me está jugando una mala pasada. Así no era como las cosas estaban planeadas. Apenas puedo moverme, apenas puedo respirar. Me falta Kloé, y mis fuerzas para seguir con esto.

¡Mierda! ¡Maldición!

¿Por qué me la arrebatas? ¿Acaso no querías que estuviéramos juntos?— pienso mientras observo la Luna creciente asomarse en la ventana, a lo lejos en el firmamento. Mantengo las cejas arrugadas viendo con indiferencia a esa dirección.

Estoy empezando a aborrecer mi propia vida.

Deslizo mis ojos por mi cuerpo tendido sobre la cómoda cama. Cansado, agotado y débil.

Parece mentira que sea yo, el Gran Alfa, Rey de los Crescent Moon.

Vuelvo la mirada a esos molestos ojos verdes viéndome con fijación. Sus gestos, forma de hablar e incluso algunas de sus facciones son tan parecidas a Daysi, que por cierto es increíble.

Mantuve el puño cerrado y la mandíbula tensa todo este tiempo. Nunca llegué a pensar que podría sentirme nervioso ante alguien. Me ha dicho cosas que me han puesto a pensar y cuestionar mis acciones.

Quizás no esté tan débil físicamente, como lo estoy por dentro. Me duele, me lastima mi pobre alma gemela. Ahora que no la tengo, me hace falta tocarla, sentirla y...besarla. Mis pensamientos se vuelven más profundos, más tristes y siento los aullidos de soledad de mi lobo.

Ambos estamos anonadados y abrumados, sólo por una mujer, por una humana que resultó ser, mi amada Kloé.

— ¿No tienes algo mejor que hacer?— pregunto bajo la atenta mirada de la rubia gruñona.

Con la esquina del ojo veo como niega con la cabeza y recuesta sus codos a mi lado, para sostener su cabeza y mirarme con mala actitud.

De verdad que esta chica me pone de los nervios.

Es tan....

Intensa.

— Gracias.

— No creo que Lucía sea mejor que Kloé.— giro mi cabeza y la fulmino.

— ¿A qué vino esa afirmación?

— Dime ya, ¿Qué te dijo Lucía?— abro los ojos por su falta de moral.

¿Acaso se estará aprovechando de mi debilidad?

— ¿Quién te dijo que puedes referirte a mí de esa manera, humana?

Refuté con la intención de dejarlo claro, pero me abochorna y me apena, la manera en que sus mejillas coloradas acompaña una bonita sonrisa.

— No puedo creer que un chucho como tú la haya enamorado.

No me explico su sonrisa, y apenas puedo leer sus pensamientos.

POR LA LUNA, SERÁS MÍA © | Completa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora