Capítulo 56

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KLOÉ

Cierro los ojos por un segundo y ahí están.

Las tortuosas imágenes de Emmett y Keyla, juntos. Su rostro contentado y el de él entristecido. Noté que no era felíz, y luego estoy yo rondando en su mente, tal y como lo describe cada noche.

Abro los ojos nuevamente, y la luz de las llamas me golpea. Emmett seguía conversando con Keyla acaloradamente, tensos y enojados. Yo lo observo a los ojos, con algo de penuria pero me detengo. Dejo de sostener su brazo y me quedo viendo a los ojos malévolos de Keyla observándonos.

¿Estuvieron juntos?

— ¿Dónde tienes a Amy?— volvió a preguntar, esta vez más ronco y desesperado.

— Primero me darás a mi adorable experimento.— exige con una sonrisa cínica.

— Me estás colmando la paciencia.— gruñe Emmett.

Observo su brazo hincharse, su cuello tenía algunas venas que danzaban bajo su piel blanca. Sus ojos dorados y una mirada fría, al punto de convertirse en la de un asesino despiadado.

— Eres un encanto— expresa con gracia— pero esa es mi condición.

— ¡Mald...!— lo tomo del brazo y hago que me mire.

— No podemos caer en una guerra.— respondí, mirándolo fijamente.— No puedo perder a nadie más. Así que, haz lo que dice.

El tenso rostro de Emmett parece relajarse, suavemente regresa a la normalidad y mientras busca la calma en mi mirada, respira hondo. Observa nuestras manos acariciarse entre sí.

— Escúchala, tal vez te sirva de algo.— interviene la misma.

— Bueno, cierra tu asquerosa boca o me tomaré el trabajo de llenarla de tierra.— nos miramos ambas, con cierta rivalidad.

La detesto, la odio más que a nada.

Mi mate hace una seña con su mano, y en cuestión de segundos traían a Alyha a su lado. Con una mirada entristecida, le quito la venda de los ojos a la misma.

Alyha, con sus ojos oscuros y desafiantes, se impresiona por el sitio al que la hemos traído. Se logra acostumbrar a la luz de las antorchas y por un segundo permanece mirando a Keyla con desconfianza. La tensión en el aire es palpable; cada uno de nosotros sabe que lo que está en juego es mucho más que una simple negociación. La vida de Amy pende de un hilo, y el tiempo se agota.

— Aquí está — dijo él, tratando de mantener la calma en su voz mientras se acerca a Keyla. — Como acordamos, Alyha es tuya.

Keyla observa a Alyha, su mirada fría y calculadora.

— El veneno no parece haberle matado— responde, su tono firme. — Interesante. Luces tan viva que es irritante.

Alyha se tensa al escuchar esto, y puedo ver cómo su instinto de supervivencia lucha contra el deseo de huir.

— No quiero volver ahí— dice, su voz temblando ligeramente. — ¡No me entregues a ellos!

— Es la única manera de conseguir lo que necesitamos — le responde.

Siento angustia en mi pecho. No quiero que sufra, pero tampoco puedo arriesgar la vida de Amy. Emmett luce fuerte, pero no titubea en dejarla en manos de ellos.

¿En verdad no le importa la vida de su madre?

— ¿Qué esperabas? Los hombres lobos no saben perdonar tan fácil.— reprimo una lágrima al escuchar eso.

POR LA LUNA, SERÁS MÍA © | Completa |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora