POR LA LUNA, SERÁS MÍA © | Completa |

Capítulo 55

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KLOÉ

— En unas horas llegaremos al lugar de encuentro y debemos estar listos. No quiero errores, fallos y no permitiré que el causante sobreviva. Recuerden que estamos de encubierto y cubrir a nuestro Alfa es el primer objetivo ¿Está claro?

— ¡Sí, señor!— todos parecen entender las fuertes órdenes de Ethan.

Cargaba con una armadura de acero, que apenas lo dejaba moverse con agilidad. Apuesto que no le será necesario, en caso de acudir a Blanc. Sin embargo, su cabello negro brillaba con el rojizo atardecer y con una mirada tenue analizaba todo el sendero.

— ¿Crees que la recuperaremos?— le pregunto. Alza sus cejas y camina hacia mí.

— No pienso fallarle.— admite viéndome fijamente con una sonrisa.— He planeado muchas escenas románticas para realizar con ella. Soy un torpe y tengo miedo de estropearlo.

Reprimo la risa y me fulmina.

— ¿Qué? Acepto que no soy un chico de poemas, rosas y cursis regalos de chicas, y estoy seguro que eso es lo que le gusta.

— ¿A Amy?— río a carcajadas, ganándome su repudio inminente— Tu mayor error es suponer, Ethan.

— ¿Suponer? ¿Me estás diciendo que estoy equivocado?

— Solo dale la oportunidad de conocerla, dile lo que sientes cuando estés listo.

— Comienzo a ponerme nervioso.— suspira jugando con sus dedos.

— Ethan, enamorarse es hermoso. Puede parecer aterrador pero entregarlo todo por aquella persona que amas, es un placer.— expliqué acariciando con suavidad su hombro.

— ¿Interrumpo?

Mis cabellos se erizan de pie a cabeza, me muerdo la lengua callando abruptamente al sentir el olor de Emmett aproximarse a nosotros. Luego de levantar la mirada me encuentro con sus ojos altivos puestos en mí.

— Buenos días — Emmett me toma de la cintura y me acerca a su cálido cuerpo.

Sonrío viéndolo a los ojos, presa de su adorable mirada.

— Buenos días, cariño.— Deposito un pequeño beso en sus labios y lo observo sonreír.

— Te tengo un obsequio.

— ¿Qué? ¿Ahora?— alza una ceja algo molesto.

— Te haré regalos toda la vida, no importa el momento. Solo quiero verte sonreír, amor.— acaricia mi mejilla y no pude evitar sonrojarme.

Un ronroneo tierno se escapa de los dos y río un poco por eso.

— ¿Ethan?

Ethan sacude la cabeza despertando de sus pensamientos ante el vívido llamado de Emmett. Ambos nos miramos extrañados y por alguna razón asiente y se retira.

— ¿Qué está...?— lo observé marcharse.

— Sé lo importante que es para tí ser independiente, tanto en la defensa como en tus decisiones.— explica calmado— Por eso quise forjar esta arma.

Me quedo atónita mientras Ethan me entrega un objeto envuelto en papel. Tenía una estructura dura, alargada y muy sólida. Pesaba un poco pero podía mantenerla en mis manos.

— Amor— río nerviosa.— Es...¿Es lo que creo?

— Es una espada de acero, perfecta para tí.— una enorme sonrisa aparece en sus labios en cuanto comienzo a desenvolver la espada.