POR LA LUNA, SERÁS MÍA © | Completa |

Capítulo 33

Cp.33: “Una cercanía peligrosa”

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DAYSI

Estoy nerviosa, desesperada pero más que todo, furiosa. Con mi olfato pudimos guiarnos por aquel río, en el cual se perdió el rastro de mi hermano. Salimos hace media hora de mi Reino, y nadie excepto Dolores y el buen Alfred, sabe que deserté en busca de nuestro verdadero Rey.

Sé que esto me causará problemas con Chad, pero prefiero pedir perdón que pedir permiso.

— Te noto preocupada...— bufo escuchando al vampiro hablarme a mis espaldas, mientras cruzamos el bosque.—...y sé que no soy la persona más indicada para calmar tu turbación.

— No, no lo eres.— habla mi Loba.

Ella es la que tiene el control de mi cuerpo ahora, convertida en mi lado animal.

Aunque lo único que he podido hallar, ha sido un olor de humano muy peculiar y femenino. Y es por dónde el vampiro me va guiando.

— ¿Vas a estar molesta todo el día?— pregunta y Karin se voltea a verlo.

Sus gruñidos nacen desde sus entrañas, haciendo que su propio pelaje blanco se erice.

— Nuestro único trabajo es encontrar a Emmett.— gruñe.— No quiero conversar con un traidor como tú.

— ¿Aún crees que fui yo?— pregunta inmediatamente, viéndome directamente a los ojos.

Armand no había reaccionado a mi calificativo— traidor— así es, lo consideraba un amigo. A pesar de estar prohibido, le abrimos las puertas de nuestro Palacio. Y nos pagó convirtiendo a Lucía en un monstruo, en una bruja de sangre. Si no fuera por él, mi hermano no estaría tan destruído y mucho menos desaparecido.

— Por supuesto, sin embargo, lo olvidaría si realmente logramos encontrar a Emmett.— habla Karin con cierto desagrado.

— ¿De verdad lo olvidarás?

Levanté una ceja, y acto seguido, sin titubeos le hice la promesa de un Lobo. Es algo que no se puede romper. Es inclusive, más valioso que una ley de cualquier manada. Y rige sobre cualquier palabra.

Un sentimiento raro y de arrepentimiento me ciega al caer en cuenta de lo que estoy haciendo.

— Andando.— lo ví, ví su media sonrisa pálida.

Veo su espalda alejarse y mientras lo sigo, sigo pensando.

Aún así, Lucía lo perdonó. Siguió con su repugnante amistad hasta el último de sus días, y ahora Kloé también fue arrastrada al mismo destino por la misma persona.

¿En dónde tendrá la cabeza?

¿Es cierto que encontró a su tua cantante?

Pues no lo sé...

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AMY

El suculento olor a guiso, me alerta y me eleva en un intenso sentimiento de hambre. El calor era sofocante, y el crujido de ramas me alerta.